Valonia es un lugar fascinante; o quizás debiera decir una sorpresa fascinante. Lo de fascinante es porqué quizás esta región se adapta a mí como una mano a un guante: cultura, naturaleza, historia y mucha tranquilidad. La mayoría de estas cosas son las que busco en cada viaje. Llegué a Valonia como uno de los ganadores de un concurso que organizó la oficina de turismo de Bruselas-Valonia. Concretamente gracias a este post. De lo único que me arrepiento es que la visité sin mi familia, aunque creo que esto tiene una fácil solución que espero, más pronto que tarde, se convierta en un nuevo viaje familiar.
Y como sabéis que últimamente vuelvo a estar con los dibujos de un lado para otro, quiero que este dibujo sea un resumen visual de lo que os voy a contar en este post.
Música. Dinant
En un post hablaba de Dinant como una ciudad playmobil. Esto significa que tiene unas casitas casi tan perfectas como las típicas de juguete. Eché unos buenos ratos dibujando esta ciudad así como explicando lo que más me gustó en este post.
Pero quizás una de las características de Dinant es su ADN musical: allí nació Adolph Sax que fue el inventor del saxofón. ¿Qué sería del jazz sin el saxofón?… Por eso, recomiendo la visita a la casa museo del saxofón. Allí, justo en la casa donde nació el inventor podréis pasar un buen rato inmersos en el mágico mundo de este instrumento de viento.
Siguiendo con el hilo musical, en Dinant se celebra las Jazz Nights Festival, que es una cita interesante para los amantes de este instrumento. O incluso podéis visitar la casa de la Pataphonie, que es un espacio de creación musical formado por botellas, tuberías o cucharillas. Sin duda, una oportunidad para toda la familia.
Sobre sus monumentos, hemos de hablar de su ciudadela con sus 408 peldaños o el teleférico que accede desde el centro de la ciudad. Igualmente, su colegiata no pasa desapercibida. Posiblemente la culpa la tiene su cúpula en forma de bulbo.
Naturaleza
Este año que acaba ha sido el año de la bicicleta en Valonia. Pero esto ni significa que el año que viene deje de ser un lugar idóneo para el cicloturismo. Sin duda, seguirá permaneciendo como uno de los atractivos de esta región. Hay hasta un total de 24 circuitos señalizados formados desde antiguas vías de tren hasta rutas de montaña. Realmente la zona de Las Árdenas constituye una de las zonas de naturaleza por excelencia. Para que nos hagamos una idea, 3 de los 10 parques naturales de Valonia están aquí. Podemos encontrar bosques, grutas, etc.
Y en esta zona nos encontramos Durbuy en cuyo post os contaba su historia. Y lo dibujaba… Se autodenomina la ciudad más pequeña del mundo. Tan solo porque algún rey decidió otorgarle el título de ciudad siendo un pueblo. Sin embargo, sus habitantes están orgullosos con este título. No hay que perderse su ciudad medieval, sus iglesias románicas. En definitiva un ambiente mágico lleno de historia.
Cerca está el laberinto de Barbaux compuesto por 11 hectáreas de campos de maíz en el que han creado un laberinto. Son 10km en el que incluso hay actores y espectáculos. Y para acabar, recomendar alguna experiencia de kayak o rafting por el río Ourthe.
Turismo Bélico
Las Árdenas también constituyen el epicentro del turismo bélico de la región. Esta región fue testigo de algunas de las batallas más decisivas y terribles de la segunda guerra mundial entre la Alemania nazi y las tropas aliadas. La Roche en Ardenne es una ciudad de visita obligada y que os expliqué (y dibujé). De hecho, una de las primeras cosas que vi cuando llegué a La Roche fue un gran tanque aliado.
Por eso, no es de extrañar que aquí podamos visitar el museo de la batalla de las Árdenas. Destaca también de La Roche su castillo del 844 que por cierto tiene un fantasma que trabaja solo la temporada alta: julio y agosto. Como veis también los fantasmas son comodones.
Y sobre el turismo bélico, no podemos dejar de visitar Waterloo. Allí, en su colina del león con sus 226 peldaños para poder acceder a su cumbre, se puede divisar lo que fue el campo de batalla de aquella sangrienta batalla y que significó el declive de Napoleón. En el pie de la colina, un edificio con un lienzo de 110 metros y 12 metros de alto recrea la batalla. Sin duda el evento importante tiene lugar el fin de semana más próximo al 18 de Junio en el que más de 600 actores que vienen de todo el mundo perfectamente uniformados recrean la batalla. El pase que te permite visitar todos los monumentos es el denominado Pass 1815 (como no)
Relax
El mundo del relax le debe mucho a la localidad de Spa. Su nombre está asociado a sensaciones desestresantes y relajantes por razones obvias y por eso ha dado nombre a todos los centros termalistas del mundo. No fue hasta la visita del emprerador José II en 1781 que comenzó a adquirir cierta fama en este sentido. La ciudad tiene varios manantiales y desde el 2004 hay un nuevo centro en lo alto de la montaña al cual se accede gracias a un teleférico. Tomar algo desde la terraza (como hice yo) admirando las vistas es toda una experiencia.
Otra opción que tenéis si buscáis tranquilidad es la de alojaros en un Chateau alejado del bullicio.
Y quiero añadir en esta sección de relax los cruceros fluviales que puedes hacer en Namur. Hay una empresa de cruceros fluviales que permite navegar por el río Mossa y tiene parada en Namur.
Y si queréis cambiar de registro y pasar del relax a la adrenalina no os olvidéis de visitar el circuito de carreras de Spa. Es todo un referente en los campeonatos del mundo de velocidad.
Gastronomía
La gastronomía en Valonia merecería varios post.
Cerveza
Comenzaré por la cerveza de la cual no soy un gran fan pero que sé que en tiene muchos seguidores y fans. En la zona podemos encontrar como 350 tipos de cerveza por lo que no hay mucho que añadir. Además, debido a la tradición centenaria podemos encontrar joyas como la Brasserie Dubuisson cerca de Mons. Van por la octava generación o lo que es lo mismo, desde el 1768 fabricando cerveza.
Siguiendo el recorrido cervecero, otros pequeños tesoros que sabréis apreciar son las abadías. Bajo receta de los monjes cistercienses se sigue fabricando la cerveza y solo puede ser fabricada bajo supervisión de la orden trapense. Tres de las 10 abadías trapenses del mundo están en Valonia.
Para acabar con la cerveza, podréis encontrar innumerables museos de la cerveza así como cursos exprés de fabricación artesanal de cerveza.
Patata frita
La patata frita se inventó en Bélgica. Esta gran aportación a la humanidad (¿quién no come patatas fritas?) hace que sus consejos sobre su preparación sean casi sagrados. Por tanto, si en Bélgica dicen que se ha de hacer dos cocciones (la primera a 150º y la segunda a 175º) y ha de medir 1 cm de ancho, lo hemos de tomar como la fórmula secreta para unas patatas fritas perfectas.
Mejillones
Para acabar, no puedo recomendar nada mejor que tomar unos mejillones con una cerveza en una terraza. En realidad, tan a gusto me los comí que creo que soy la primera persona que se ha grabado dibujando mejillones. Otro imprescindible de la gastronomía Valona.
Chocolate
Jean Neuhaus tenía una farmacia en Bruselas. Cubría con chocolate los medicamentos para disimular el mal sabor. En 1912 cambió el medicamento por nata. Además, su mujer diseñó una caja y ya tenemos la primera caja de bombones como la conocemos hoy en día.
Podcast de Valonia
Ya lo incluía en este post, pero también os dejo aquí el podcast de mi intervención en la radio hablando básicamente de lo que os he comentado en este post.
Podcast Valonia 29/9/2016 – Onda Cero Tarragona – Programa La ciutat dirigido por Pablo Alcaraz
Aquí lo tenéis en enlace directo al archivo de dropbox:
Oficina Turismo Bélgica: Bruselas y Valonia dice
¡Nos ha enamorado este post! ¡Qué bonito! Mil gracias. Saludos 🙂
somos dice
Muchas gracias. Además, es que tenéis un gran «producto» que es muy fácil hablar de él (y bien)…