En nuestro viaje a Austria uno de los objetivos era visitar Salzburgo. En esta ciudad en la que la música es protagonista conocer la casa de Mozart era uno de nuestros momentos más esperados. La casa asoma pronto en una de las calles más concurridas de la ciudad.
Sin duda es fácil reconocerla con esa fachada amarilla con ventanales blancos. A la entrada, un Mozart improvisado nos daba la bienvenida.
Lasa entradas no eran excesivamente caras. En torno a 7 euros los adultos, con precios reducidos para los niños y opción de pase familiar. Entremos al museo…
La casa museo se podría dividir en dos partes. En una de ellas se intenta transmitir al visitante lo que vivió Mozart en aquella casa desde 1773 hasta 1787. La cocina no era uno de los lugares con más glamour.
Todo lo contrario al salón, donde un estilo más sobrecargado delata el estilo de vida de la familia.
Los pasillos se asoman a un patio interior con las torres de Salzburgo al fondo.
Os confieso que lo que más me gustó de la visita fue poder ver enseres personales de Mozart. Sin duda, tener alguno de sus pianos delante impresiona. La tentación de tocarlos es alta ya que estamos hablando de los instrumentos que fueron testigos de las creaciones de uno de los mayores genios de la música. Me contuve y al menos hice alguna fotografía.
En una de las salas hay unas columnas que guardan pequeños objetos personales del artista.
Como decía, la casa museo tiene dos partes diferenciadas. Una vez que dejas la parte más histórica te adentras en la zona más moderna y de estudio del artista. Por ejemplo, hay una sala multimedia con diferentes materiales de estudio.
En esta zona, Pau y David pudieron poner a prueba su conocimiento del artista.
Desde la ventana hay una vista privilegiada de la plaza. Creo que fue mirando por esta ventana…
… donde decidí que quería pintar aquella casa amarilla. Al poco tiempo de llegar a casa de ese viaje cogí las acuarelas y dibujé mi segundo dibujo con esta técnica. En este post os lo contaba:
Está claro que es un gran lugar para visitar en familia o en pareja; como la que espontaneamente aparece en mi dibujo. Supongo que es un lugar romántico que bien merece una visita. Os dejo con esta pareja que disfruta de Salzburgo.
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