Cueva del Soplao en Cantabria

Es la segunda vez que voy a la cueva del Soplao y será el tercer post que publico de este maravilloso tesoro de Cantabría lo que la convierte en probablemente el lugar del que más he hablado en este blog. Quizás sea debido a que la capilla sixtina de las cuevas realmente ejerce un efecto hipnotizante en mi. 

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Según el folclore chino, se cree que los espíritus malos solo pueden viajar en línea recta. Diseñar puentes en zigzag impide que estos espíritus crucen el agua y entren a zonas protegidas, como residencias o templos.

Si te preguntas porqué público un tercer post de esta cueva, el motivo es que quiero escribir sobre ella el mismo día en la que la he visitado, cuando los detalles y las imágenes aún están frescos en la memoria. Por tanto, creo que puedo complementar post anteriores en los que por ejemplo tenía fotos pero no la inmediatez de la visita. Bueno, y unas fotos algo pequeñas y por tanto que no hacen honor a la cueva y que pesaban como una losa sobre este blog 😉

Este detalle es importante ya que no esperes hacer fotos en el Soplao. Según la guía es por agilizar la visita ya que si todos hicieran fotos no se podría avanzar correctamente. En mi opinión, creo que alguna foto no pasaría nada (no digamos ya si flash) y es difícilmente justificable. Yo tengo fotos ya que en el blogtrip que organizó Cantabria hace años nos dejaron hacerlas. Así que no penséis que voy haciendo cosas ilegales… Por cierto, ese fue mi primer blogtrip y posiblemente el primero que se organizó en Cantabria.

Comprar entradas para la cueva del Soplao

Aconsejo reservar o comprar las entradas online. En mi hotel rural han venido hoy una pareja que se aloja en él y que han realizado un primer intento sin éxito debido a que no habían reservado. El precio de las entradas es de 12,70 euros los adultos y 10,20 los niños (de 4 a 16 años) (revisar precios ya que hace 4 años desde que fuimos). En total, hemos pagado la nada despreciable cantidad de 45.80 euros. Piden llegar una media hora antes al recinto ya que se ha de acudir a la venta de tickets a recoger el tuyo con la tarjeta que utilizaste en la compra. Lo dicho, ir con tiempo ya que efectivamente por momentos la cola puede ser importante.

Antes de la visita

Puesto que como mínimo has de esperar media hora has de saber que hay una cafetería restaurante (importante para los que visitéis la cueva durante el medio día) y una tienda de recuerdos con un imponente esqueleto del oso de las nieves. En un rincón hay una pequeña exposición con cuatro o cinco muestras de ámbar con insectos en su interior. Vamos, un parque jurásico en potencia. 😉 todo sea para que los niños estén entretenidos.

La entrada a la cueva

Durante nuestra visita el tren estaba fuera de servicio por lo que accedimos caminando los 200 metros que recorrían las vagonetas. Creo que salimos ganando con la avería ya que durante este trayecto aparte de hacer alguna foto pudimos observar la antigua galería de la mina La Florida gracias a la cual fue descubierto el Soplao.

¿Por qué “El Soplao”?

Me pareció especialmente curioso el origen del nombre del Soplao. En las minas, cuando se encuentra una grieta natural se produce una corriente de aire que emana de la misma y que los mineros llaman “un Soplao” debido al viento que se genera. De ahí, el origen del nombre El Soplao.

La visita

El Soplao lo forman unos 20 kilómetros de cavidades de los cuales se ven en torno al kilómetro.

La visita se inicia en la sala llamada “La Gorda” por ser la más grande de todas las cámaras visitadas. En ella se inicia un audiovisual en el que explican los detalles más relevantes de la Cueva y la relación con la vida minera.

Con cambios de color van enfocando los elementos relevantes acompañados por un sonido envolvente. La sala gorda tiene un lago que no conseguimos identificar como tal hasta que cayó una gota en él y el agua se movió ligeramente des enfocando la imagen que proyectaba. El reflejo perfecto de las rocas nos hizo pensar que era una roca más y no un lago. Con mis hijos nos quedamos mirando como la onda se propagaba por el lago.

La guía nos explicó uno de los motivos por los que El Soplao se considera una cueva única: las formas excéntricas. 

Todos conocemos las estalactitas y las estalacnitas que crecen en dirección vertical ya sea hacia arriba o hacia abajo. Sin embargo en el Soplao descubres que el agua también es capaz de moverse en todos los sentidos posibles desafiando a la gravedad formando formas excéntricas. Los últimos estudios revelan como posible causa de este capricho de la naturaleza a la capilaridad del agua.

Otra forma excéntrica que me sorprendió fueron las llamadas banderas o formas que parecen realmente telas que se doblan y envuelven en sí mismas. Éstas suelen crecer en paredes inclinadas en las que el agua corre a través de ellas.

Y claro, había visto estalactitas antes pero aquí tenemos algunas de tal magnitud que se juntan midiendo muchos centímetros de altura y grosor.

La siguiente sala es la denominada “de los fantasmas”. Y desde lo lejos eso es lo que parecen estas formas que supongo que debieron sobrecoger a los mineros que las vieron por primera vez.

 La guía nos preparó para lo que sería uno de los puntos álgidos de la vista que corresponde a la “sala de la ópera”. En ella puedes apreciar todas las formas excéntricas en primer plano debido a que el techo se eleva apenas unos centímetros por encima de nuestras cabezas. Y mientras todos tenemos nuestros ojos clavados en las estructuras calcáreas una ópera de fondo suena con una excelente sonoridad digna de una sala de conciertos. Por ese motivo le dieron ese nombre a esta sala.

Hay más puntos en la visita y pequeñas paradas que se realizan por lo que la misma se alarga hasta casi la hora. Sin embargo, os aseguro que se hace muy corta (incluyendo a los niños). En definitiva una visita que ha merecido tres post en este blog y espero que no sea la última vez que visite El Soplao. Ya le he prometido a mi hijo que cuando sea un poquito mayor haremos la vista aventura en la que se recorre un kilómetro y medio adicional con frontal y por el terreno natural de la cueva. La visita promete.

Por cierto, la temperatura en la cueva es de unos 12 grados por lo que acordaos de llevar alguna prenda de abrigo.

Aquí tenéis el resto de la galería de fotos. Espero que la disfrutéis.