De Madrid a los cuatro puntos cardinales en una hora

Escribí este artículo sobre lo que podíamos ver en Madrid. Es una ciudad con muchas posibilidades pero justo al acabar el post estuve pensando en todas las veces que he estado por el centro de España, en lugares a menos de una hora de Madrid. Esto me ha hecho escribir este otro post donde, basándome en mi experiencia personal, recomiendo algunas opciones para que las consideréis si vais en coche y tenéis ganas de recorrer un poco los alrededores de Madrid a modo de roadtrip. Hay muchos, pero por buscar un hilo conductor, os recomendaré cuatro destinos hacia los cuatro puntos cardinales. Eso sí, perdonadme que apenas los enumere. Os aseguro que hago un ejercicio auténtico de contención para no invertir palabras y más palabras en cada uno de ellos, ya que se lo merecen. Ya escribiré otros post más extensos de cada uno de ellos.

El coche como medio ideal para nuestro recorrido

Hay quien querrá visitar estos lugares yendo en coche directamente desde su casa. Sin embargo, hay otros que llegarán a Madrid en avión y necesitarán alquilar un coche para recorrer estos destinos. Por ello, os recomiendo esta página para el alquiler de autos en Madrid. Como os he dicho, la libertad de ir en coche nos permitirá de parar en destinos secundarios pero también con mucho encanto.

Toledo. La mezcla de culturas al sur de Madrid.

Toledo se encuentra a escasos 70 kilómetros de Madrid lo que traducido en tiempo significa aproximadamente una hora. Fue declarada Patrimonio de la humanidad por la Unesco en 1986. Está en una cima que domina el paso del río Tajo.

Es una ciudad única que ha bebido de las tres religiones monoteístas – la musulmana, la hebrea y la cristiana- dejando su huella cada una de ellas. Ya lo decía Cervantes, -abrazada el Tajo, testigo de la impronta de todos los pueblos de la Península Ibérica.

Por eso puedes encontrar mezquitas, de entre las cuales pongo la del Cristo de la Luz que es una de mis favoritas.

Toledo puedes visitarlo directamente desde Madrid o directamente pasar algún que otro día recorriendo los caminos de La Mancha. Tienes muchas opciones mirando al sur de Madrid. Si decides invertir tiempo en la zona, no olvides visitar lugares tan increíbles como por ejemplo Tembleque y su magnífica plaza.

Segovia. La ciudad para perderse en ella al norte de Madrid.

Hubo un tiempo en el que viajé bastante a Segovia por trabajo. Y Segovia me trató muy bien. Y ese buen trato ha permanecido en mi mente durante mucho tiempo sabiendo que volveré allí, esta vez con mi familia.

De Segovia me vienen muchos recuerdos. Desde su gran gastronomía -ese cochinillo- hasta su casco antiguo incluyendo su monumental acueducto. Recuerdo algún que otro paseo por su judería al acabar la jornada laboral. Sin duda volveré.

Por cierto, nunca visité el Alcázar. Otro motivo para volver.

San Lorezo del Escorial. Un Palacio de reyes al oeste de Madrid.

Situado realmente al noroeste de Madrid, el real monasterio de San Lorenzo del Escorial es uno de las más singulares arquitecturas renacentistas de España y Europa.

Su visita es obligada realizarla alguna vez que «caigáis» por esa parte de España ya que aparte de ser una construcción abrumadora por su tamaño, también lo es por lo que contiene ya que se puede considerar un museo en sí.

Mejorada del Campo. La catedral de Justo al este de Madrid

Sé que poner este monumento en este listado de visitas en los alrededores de Madrid puede sonar algo raro ya que está compitiendo con rivales imbatibles. Y por ejemplo, podría haber puesto el Palacio de Aranjuez como destino al este de Madrid. Sin embargo, recuerdo mi visita a la catedral de Don Justo que lleva construyendo desde hace 56 años con un gran recuerdo.

Ya hace unos años de ella y había algún japonés incluso ayudándole. Un anuncio de Acuarius le catapultó a la fama que ha echo que hasta el Museo de Arte Moderno de Nueva York le haya dedicado una exposición de fotografías.

Espero que si vais a alquilar un coche en Madrid o ir con el vuestro propio estos destinos os sirvan de ayuda para tener alicientes adicionales a la hora de visitar el centro de España.