Acabamos de pasar Halloween, esa época extraña del año en la que hace años asábamos castañas y ahora nos dedicamos a vestirnos de la forma más rara posible y si es sangrienta mucho mejor. Admito que me hago grande y no acabo de verle la gracia a esta festividad. Por eso, me encierro en casa pensando erróneamente que estoy a salvo de la brujería hasta que comienzan a llamar al timbre exclamando un «truco o trato» que sigo sin entender. Al final creo que se trata de gorrear todo lo que puedas ese día. Pero para que no parezca que soy el abuelo refunfuñón nos centraremos hoy en la parte viajera de esta fiesta. Y esto significa hablar de lugares relacionados con las brujas que pueden ser una parada en nuestros viajes.
El origen de Halloween
La palabra viene de la contracción de «All Hallow’s Eve» (noche todos Los Santos). Pero a pesar de que conocemos Halloween gracias a los americanos, el origen viene de los celtas hace más de 3000 años. Esa celebración se llama Samhain que significa «Fin del verano» en inglés antiguo.
Historias de Brujas en Salem
Estos días estoy mirando un posible viaje a Boston próximamente. Y precisamente a unos 30 kilómetros de esa ciudad tenemos la pequeña población de Salem que es conocida por la muerte de 14 mujeres y 6 hombre acusados de brujería en el año 1692. Esta historia que ha inspirado libros o películas atrae a un millón de personas cada año. La historia cuenta que un grupo de jovencitas iba a casa del reverendo Parris a oír las historias de Tituba, la esclava negra del clérigo. Pero la diversión pronto comenzó a convertirse en un problema. La hija del reverendo de 9 años de edad, y su sobrina Abigail, de 11 años, comenzaron a sufrir ataques con lloros y dicen que convulsiones. Otras adolescentes también comentaron cosas extrañas como Ann, que dijo que había peleado con una bruja que la quería decapitar.
El reverendo inició unas supuestas pesquisas y según contó que el pastel que hacía Tituba tenía componentes extraños como por ejemplo orina de niños. Por otra parte, el médico del pueblo, al no encontrar problemas físicos el veredicto fue simplemente, que debían estar embrujadas.
Y aquí comenzó la secuencia de despropósitos. Las pequeñas, al ser interrogadas acusaron a las jóvenes que más recelo creaban entre la población: la esclava del reverendo, una mendiga deficiente mental, una tullida o una mujer con un hijo ilegítimo.
Quizás es el primer caso de juicio imparcial causado por la intolerancia en la que las personas más indefensas acaban cargando con la culpa. A partir de aquí, se creo un ambiente esquizofrénico general que hizo que comenzaran a aparecer acusaciones cruzadas entre la población incluso llegando a las capas más altas de la sociedad.
Finalmente vino el gobernador y perdonó a todos los acusados que aún no habían sido ejecutados. Posiblemente lo hizo porque su mujer también recibió alguna acusación. Como decía, una chispa puede acabar contagiando una región entera. Fueron encarceladas hasta 150 personas en Salem.
Hoy en día, aparte del motivo de la brujería, Salem es una bonita ciudad con un puerto y casas de ladrillos rojos. Kate Fox, la directora de la oficina de turismo cuenta con ironía que su cuenta de Twitter se inunda de menciones gracias a Trump. Todos sabemos lo que le gusta a Donald Trump hablar de caza de brujas cuando habla de la prensa por ejemplo. Pues cuando hace este tipo de menciones, la cuenta de Twitter de Salem se dispara. Y es que hablar de brujas en Estados Unidos es hablar de Salem.
Una de las pocas casas que queda en pie es la del juez que juzgó el caso de Salem.
La casa de brujas más glamurosa del mundo
Andábamos hace un par de años por Beverly Hills, recorriendo el barrio residencial por excelencia en Los Angeles. Allí es típico que los autobuses turísticos recorran la zona a la caza del famoso para deleite de los turistas. Lo curioso es que la casa más buscada de la ciudad no relacionada con una «celebrity» es una casa de brujas.
Y allí paramos el coche para hacer unas cuantas fotografías.
La casa en cuestión tiene un aspecto de la típica casa de brujas de los cuentos de hadas. Fue construida en el año 1920 en los estudios Willat y originariamente se utilizó como oficinas y vestidores. Cuando los estudios cerraron, un productor la movió a Walden Drive en Beverly Hills en 1924 y comenzó su utilidad como residencia privada.
La casa se puso en venta de nuevo en el año 1990. El agente inmobiliario, un tal Libow intentaba venderla sin éxito debido a que todos los compradores querían derribarla y el dueño no quería acceder a la venta si ese era el destino final de la casa.
Tanto enseñó la casa que Libow decidió comprarla él mismo. A partir de ese momento se dedicó a convertirla en una auténtica casa de brujas de cuento. El jardín está lleno de detalles y el interior, que obviamente no tuve la suerte de ver, parece que el propietario lo ha llenado también de infinidad de elementos de cuento. Por ejemplo, la mesa del comedor es un tronco de árbol cortado.
A pesar de que los guías turísticos informan que la casa ha aparecido en muchas películas como las brujas de Inswick, lo cierto es que únicamente ha aparecido en un par: una en los años veinte y otra en los tiempos más modernos, en el año 1995, en una llamada «Clueless». Fue en una toma donde Alicia Silverstone camina y se ve la casa de fondo.
Libow estuvo trabajando durante mucho tiempo para que le dieran la distinción de Beverly Hills «landmark» o lugar de interés de esa ciudad.
Las brujas más famosas de España. Zugarramurdi
Cuando leía la historia de Zugarramurdi dudé si realmente estaba en Salem o en España. El nombre nos suena gracias a la película homónima de Álex de la Iglesia.
Entre el 1609 y el 1614 tuvo lugar el proceso de Zugarramurdi en el contexto de la inquisición española. La fecha clave fue la del 8 de Noviembre de 1610. Ese día concluyó el juicio en el que once habitantes de Zurragamurdi fueron condenaron a la hoguera por brujería. Otros 42 recibieron castigos menos severos. El proceso inquisitorial se alargó hasta el 1914.
El origen de todo este episodio está en el relato de una joven de la localidad. Ella explicó que en sus sueños había volado y eso le había permitido ver a varias personas del pueblo participando en akelarres. Esto se solía arreglar con la intervención del párroco pidiendo que hicieran un descargo de conciencia. Sin embargo, apareció la inquisición en escena y claro, cuando el elefante entra en la cacharrería, así acabó.
Y relacionado con este proceso tenemos uno de los lugares que podemos visitar: las cuevas de Zugarramurdi. En ellas, en aquellos años parece ser que se realizaban celebraciones paganas que se presentaron como pruebas de la acusación. Se recomienda no ir únicamente a la cueva grande sino que se siga el recorrido para conocer mejor el entorno.
A 300 metros de las cuevas tenemos el museo de las brujas de Zugarramurdi. Este se centra en el proceso inquisitorial incidiendo en la parte histórica más que en los posibles rituales que allí se celebraran.
La cueva de las Guixas en Villanúa.
En la localidad del Pirineo del Villanúa hay un museo de interpretación que incluye la visita a la cueva de las Güixas. Ya publiqué un post sobre Villanúa que os recomiendo.
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