Cuando te gusta dibujar y viajas, tomar notas visuales es uno de los principales placeres que sientes como viajero. Lo sé, una foto diría más y mejor pero… no sería lo mismo. Tener esas páginas llenas de dibujos y texto intentando sintetizar las sensaciones vividas creo que está mucho más próximo al romanticismo viajero. Compartiendo estas páginas podemos decir que os hago partícipes de la esencia de mis viajes. Y comienzo compartiendo unas notas de un reciente viaje a Cantabria en el que la bella Santillana del Mar nos volvió a cautivar.

Tenéis que saber que según que fechas de Agosto Santillana del Mar es un mar de turistas. Si comparo con mi primera visita a esta localidad en una época más tranquila del año, hubo un cambio sustancial a nivel de ambiente.
Volveré con Santillana más de una vez, pero esta vez me apetecía comenzar a «arrancar» hojas de mi cuaderno viajero y compartirlas con vosotros.
Alguna de las notas que tengo y que aparecen en el dibujo anterior son (por si no se entiende bien la letra):
- Cerca de todo. Un buen lugar estratégico.
- Altamira está en Santillana del Mar. Imprescindible su visita.
- Es uno de los pueblos más bonitos de España.
- Tiene una inspiradora colegiata.

- En verano, algunos restaurantes y bares instalados en antiguas casonas son perfectos para tomar una tapa y cervecita
- Sus calles empedradas le otorgan un ambiente especial.

- En verano, bastante gente al ser un lugar muy turístico.
- Como en otros lugares de Cantabria, hay que acordarse de comprar anchoas.
- Lo mejor: pasear al caer la tarde en verano y pasar de la luz a la iluminación nocturna de Santillana.

Sobre ese día de verano, simplemente recordar que llegamos temiendo la pesadilla del aparcamiento que por ejemplo, habíamos sufrido en Comillas. En Santillana, lo tienen resuelto con un gran párking que te encuentras al entrar a la localidad y en el que los trabajadores municipales te cobran 2 euros por aparcar. Ingresos adicionales en verano para las arcas municipales pero vistos los problemas de otros pueblos pagamos con gusto.
Desde este párking el camino hasta el centro histórico se hace muy rápido y pasas justo al lado de la oficina de turismo. Obviamente, pedimos un mapa y un recorrido recomendado. Pero no hay grandes secretos para recorrer el centro de Santillana: una calle principal, la colegiata y la plaza mayor. Imposible de no visitarlos ya que están todos muy cerca el uno del otro.

Sin embargo Santillana es más que cualquiera de estos monumentos. El encanto de Santillana radica en el conjunto. Sus calles empedradas con sus casas tradicionales con encanto hacen que cualquier paseo por sus calles al caer una tarde de Agosto se conviertan en una delicia.
Nosotros combinamos la visita a Santillana con la de la Neocueva de Altamira que se encuentra muy cerca. Un binomio que puedes considerar una apuesta segura para una tarde.
Otras fotos de ese día…



Por cierto, si hay un post que sirva de ejemplo sobre la filosofía slowblogging en este blog, posiblemente sea este.
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