Hace un par de semanas fui de viaje a Londres. Quería algún restaurante «apañaete» para una de las comidas por lo que pedí consejo a @pasean2, editora del blog homónimo, que me recomendó el restaurante Dinner de Heston Blumenthal. Me costó lo suyo encontrar una mesa y finalmente lo conseguí un viernes a las 12. Puesto que era el primer día y en realidad era la una (spanish time) no era un problema comer tan pronto por el tema del cambio horario.
Un día antes me sorprendió ver en internet que en la clasificación que realizan todos los restauradores aparece en el número nueve a nivel mundial. Un cosquilleo especial al saber que iba a ir a uno del top ten. Dinner fue una de las sorpresas de la última edición de esta clasificación ya que era nuevo en la lista y entró directamente a esa privilegiada posición.
El restaurante está ubicado en el hotel Mandarín Oriental en la zona sur de Hyde Park.
En este tipo de hoteles a los que evidentemente no voy, da gusto cruzar la entrada y mientras el elegante botones te saluda te imaginas que estás alojado en él. El restaurante está atravesando el vestíbulo justo en el lado opuesto del edificio.
Llegamos a una especie de recepción de un restaurante. Al no indicar nombre alguno pregunté por el Dinner.
– Quieren ver el restaurante?
– No, tenemos reserva!!! queremos comer!
Mala pregunta a un cliente. Te hace sentir un turista no digno a priori de comer en él.
Una vez dentro, una sala grande nos recibe. Al contrario que el The Fat Duck, el otro restaurante de Heston Blumenthal (3 estrellas Michelin y 13 en la clasificación mundial) que tiene un aforo muy reducido de apenas 40 personas, en este se multiplicaban las mesas aunque guardando siempre una distancia suficiente entre ellas gracias a la amplitud del salón.
Justo en el primer vistazo de la sala pensé «que me toque al fondo… que me toque al fondo…». Y es que para estas cosas soy rápido. Las mesas al lado de los amplios ventanales junto a Hyde Park me atrajeron rápidamente. Mientras seguíamos a la persona que nos iba a ubicar pasamos delante de la cocina, visible desde la sala a través de unos grandes ventanales.
Pero una cocina hay que verla en movimento…
Por suerte, el lugar elegido era justamente al fondo con las antojadas vistas a Hyde Park.
y las vistas…
El menú que nos dieron estaba personalizado. En la parte interior de la cinta que lo contiene hay incluida una cita única para cada menú.
Estos eran los menús y los precios:
Como podéis observar, muchos de los platos tiene asociada una fecha. Es la fecha de creación o relaciadada con el mismo. También es importante remarcar que no existe un menu degustación por lo que hay que elegir a la carta los platos como única opción.
– Señorita!!! -tardé muy poco en exclamar al recibir el menú.
– Dígame señor (en inglés claro)
– Pues que llevo estudiando su menú dos días y no lo tienen actualizado en la página web. Un restaurante como el suyo, que no tenga el menú al día… (manda webs -esto último lo pensé)
Se disculpó y por suerte los cambios no eran significativos. Continuaban en el menú los platos estrella que tenía ya pensados de antemano.
No te pierdas este video con la vista que teníamos desde nuestra posición.
Mientras, nos trajeron el pan y la mantequilla. El pan era especial pero, debido a que quizás estoy acostumbrado a buenos panes, lo vi como otros de buena calidad que puedes comprar. La mantequilla ecológica si que la encontré buena dentro de lo que es una mantequilla
A la hora de los primeros optamos por uno de los platos estrella. El meat fruit inspirado en el siglo XV. Por aquella época era habitual que la carne se disfrazara de fruta. Y por la apariencia del plato parece que te habían servido una simple mandarina.
En realidad es una mousse de paté de hígado de pollo recubierto con una fina capa de gelatina de mandarina. Sencillamente delicioso y cremoso… Además, la recreación de la mandarina es perfecta.
El «meat fruit» se hizo tan famoso a partir de finales del 2011 que el restaurante tuvo que preparar la logística necesaria para poder preparar del orden de 1200 unidades por semana.
María se pidió un «risotto». Concretamente era un rissoto con toques de azafrán. He leído algo al respecto de Heston Blumenthal y su obsesión con el risotto perfecto. Por eso, era una buena elección probar este plato.
Era un sabor diferente a un risotto convencional. El arroz muy «al dente» y pleno de aromas. En la nota aparecía el 1390 como año que inspiraba al plato cuando corrían los tiempos de Ricardo II.
Avanzaba la comida con el vino. Pedí una copa puesto que una botella era excesivo ya que María no bebe.
En los segundos elegimos el «roast black foot collar of pork«. Unas porciones de carne de cerdo ibérico que directamente se derretían en el paladar por su suavidad. Todo ello acompañado de nabo y jamón en su salsa.
Yo pedí la porción de «Aberdeen Angus» escocés. Estaba exquisito por la calidad de la materia prima. Aún recuerdo el sabor de esta carne. Lo acompañaba un ketchup de setas. Sin embargo, si tuviera que repetir quizás optaría por algún plato más creativo.
Lo acompañaban las famosas «triple cooked chips»
Si he de ser sincero, eran unas patatas fritas buenas, pero patatas fritas al fin y al cabo.
Y llegó el momento de otro de los platos estrella en los postres. El famoso Tipsy Cake basado en un recetario del 1810. Eran tal nuestras ganas de probarlo que esta vez pedimos el mismo plato los dos. Justo cuando te toman nota de la comida te avisan si quieres este postre ya que la piña se cocina durante un mínimo de 45 minutos a fuego lento. Poco a poco se va cociendo a las llamas haciendo que la textura final sorprenda por la suavidad de la misma. A su vez, recibe una fina capa caramelizada.
Se acompaña con un brioche ligeramente empapado en brandi y servido en una cazuela de hierro. Cumplió con creces su papel de plato estrella. Espectacular!
Y esta foto cada vez que la veo no puedo evitar salivar…
En la mesa de al lado, pidieron el «nitro ice cream» o el nitro-helado. Utilizan nitrógeno líquido para hacer un helado de forma instantánea. Aquí tenéis el video.
Te preguntan si quieres probar el helado por una «módico» precio. Pero lo tienes que avisar con tiempo ya que el carrito va solicitado en la sala. Vi este tema un poco de feria, la verdad. Por cierto el carrito en sí les costó 25.000 libras. Total, para que vaya a manivela!
La factura, unos 180 euros en total. Para ser un top ten y en vista de la comida salimos satisfechos con la inversión. Como sugerencia final les indicaría quitasen los avisos de tiempo máximo para comer que dan a los clientes en la web. Da una sensación demasiado comercial. En conclusión, una gran experiencia gastronómica.
Marta dice
¡Muchas gracias por la mención y la confianza! Jo, qué de buenos recuerdos me han traído tus fotos… Un abrazo 🙂
somos dice
ciertamente fue una gran recomendación. Vivimos una gran experiencia gastronómica. Saludos!
Javier Rodriguez dice
Que envidia da ver estos post sobre comida, también llevo un blog de viajes , aunque nada sobre gastronomía o similar.
La forma en la que lo muestras da la impresión de que te encuentras en el mismo restaurante, gusto de leerlo.
somos dice
gracias por el comentario javier. La idea era precisamente esa. que la persona que lo lea conozca en primera persona como es el restaurante.
Lonifasiko dice
Buenas Juan Antonio! Si Marta lo recomienda…de entrada tengo que decir amén! 🙂 Y en efecto, veo que ha gastroexperiencia ha sido fantástica, habiéndome sorprendido mucho el entrante de la meat fruit, qué puntazo lo de la forma y color de la mandarina. Y como dices, para estar en el top ten y en Londres, no me parece ultra caro o económicamente inasumible, aunque admito que la factura final es importante y no la esperaba vistos los precios de la carta que mostrabas en las fotos, pero claro, entre IVAs, etc., todo sube. Buen post para abrir apetito y para coger ideas para saciar el apetito foodie más exclusivo en la city.
SaludoX!
somos dice
Hola Lonifasiko, efectivamente si Marta lo recomienda… No lo dije pero era comida de aniversario y realmente mereció la pena. Cuando pagas este dinero aparte de comer bien esperas que te sorprendan. Lo consiguieron 😉
Alejandro Gabriel dice
A tres años de la publicación de este post habría que hacer una nueva evaluación… sin duda son restaurantes de renombre pero han surgido otros nuevos como para hacer una merecida competencia.
Saludos desde Panamá!
somos dice
sin duda. pero ojalá tuviera presupuesto para ir periódicamente haciendo un test de mercado.