Estaba repasando los contenidos del blog y me doy cuenta que no tengo apenas información de ese maravilloso viaje que hicimos por el Pirineo Aragonés con niños. La verdad que ese viaje fue un poco volver al pasado ya que cuando yo era pequeño era el lugar donde año tras año íbamos con mi familia. Y claro, aprovechamos para volver a aquellos lugares que quizás no aparezcan en este post pero que protagonizaron aquellos veranos hace ya unos cuantos (muchos) años.
Pero vamos al lío. El Pirineo Aragonés tiene lugares increíbles que unen un poco de todo: diversión, naturaleza, historia y pueblos con mucho, mucho encanto. Dicen que escribir un blog de viajes es generar inspiración para los que buscan dónde viajar. No es mi propósito ya que en mi caso casi que escribo para que mi memoria no me juegue una mala pasada y me olvide que estuve en algunos lugares del mundo. Pero en este caso, seguro que al menos despiertaré la pregunta ¿y si vamos…?
Cómo visitar el Pirineo Aragonés
Después de ir tantas veces, una cosa tengo clara: no intentes visitarlo todo de una vez. Lo digo, sobretodo, porque el Pirineo es naturaleza y eso significa caminar, relajarse y disfrutar de los paisajes. Me resulta imposible pensar en que se pueda disfrutar como se merece todo el Pirineo Aragonés a no ser que te vayas una buena temporada. Y aún así, creo que te resultaría complicado. En este post, hablaré no solo de caminatas, sino de destinos especialmente indicados para los niños y que permitirán hacer la pausa adecuada entre sendero y camino.
El Pirineo Aragonés queda dividido en dos partes quedando el parque nacional de Ordesa en el centro aproximadamente. Yo he visitado mucho más la parte de la izquierda que queda delimitada entre Ordesa y Canfranc y que tiene Biescas como puerta de entrada
Una vez que entramos en el Pirineo, aquí van algunas recomendaciones para pasar unos días en familia.
Parque nacional de Ordesa. La visita obligada
Alguna vez has de visitar uno de los principales parques nacionales de España como es Ordesa. Su famosa caminata a la cascada de cola de caballo está en la agenda de los caminantes desde hace muchos años. Yo he hecho ese recorrido varias veces. La foto siguiente es de una vez que coincidió con el comienzo del deshielo en Marzo y que subimos allí entre el hielo que comenzaba a desaparecer.
Pueblos con encanto. Lanuza
En el Pirineo hay muchos, pero muchos pueblos con sus casas antiguas en calles empedradas. Nosotros estuvimos una de la veces alojados en Lanuza, un pequeño pueblo que sobrevive a la despoblación a pies de un embalse.
Al fondo del lago, está Sallent de Gallego que es otro bonito paueblo algo ms grande que Lanuza. Tanto en uno como en otro, estos pueblos entre montañas hacen que vivir unos días en ellos ya sea una experiencia en sí.
Pero como he dicho, igual que Lanuza tienes infinidad de pueblos por descubrir y tendríamos una guía del Pirineo son niños solo formada por pueblos pintorescos. Yo, pasé muchas vacaciones cuando era niño en uno llamado Yesero muy cerca de Biescas. Estuvimos en las fiestas no hace tanto…
Buscar brujas en la cueva de las Güixas en Villanúa.
Las cuevas siempre tienen un atractivo especial y son capaces de hacernos olvidar que estamos en la montaña o en el desierto. Una vez entras en ellas, cruzas la puerta a otro mundo subterráneo que tanto encandila a grandes y pequeños. Casi por casualidad nos encontramos con la cueva de las Guixas en Villanúa y escribimos este post. Allí, visitas un lugar donde antaño se dice que las brujas hacían sus rituales.
Además tiene su centro de interpretación donde aprenderemos sobre cuevas y otras muchas cosas.
Villanúa está en la zona más al oeste del mapa en la carretera que lleva a Canfranc y sale de Jaca.
Buscando animales en el parque faunístico de Lacuniacha
En El Valle de Tena tenemos un lugar muy recomendado para los niños como os mostraba en este post sobre el parque faunístico de Lacuaniacha.
Allí, podemos ver animales en semi-libertad muy de cerca mientras paseamos por tranquilos caminos.
Puedes pasar una relajante jornada y aprovechar para comer en el mismo parque unos interesantes bocadillos de longaniza.
Parques de aventuras. Volar entre árboles
Podemos de disfrutar de algunos parques de aventuras como el de Villanúa o el de Biescas. Estuvimos en los dos y es un gran lugar para que los pequeños experimenten la escalada entre los árboles como si fueran auténticos Indiana Jones.
Lugares históricos. San Juan de la Peña o el castillo de Loarre
Y también hay lugar para los amantes de la historia en una visita al Pirineo Aragonés. Realmente podemos hablar más de pre-Pirineo que del Pirineo propiamente, pero los incluyo en esta visita ya que posiblemente pases muy cerca en el camino hacia la montaña. Nosotros hicimos la parada en el viaje que nos sirvió para descansar un poco de coche. Lo que no sabíamos es que nos esperaban estas maravillas.
San Juan de la Peña está en un lugar privilegiado. Ese monasterio encastado en la montaña no tiene nada que envidiar a cualquier monasterio de esos que nos enseñan en las guías de turismo en otros países.
Otro ejemplo es el castillo de Loarre, escenario incluso de películas. También te lo encontrarás de camino al Pirineo.
Canfranc. Nunca esperarás una estación así en el Pirineo
Pasaron los días de gloria para la estación de Canfranc. La que iba a ser el eje principal de transporte para llegar a Europa sigue dormida para que pueda ser admirada por los visitantes. Sin duda, es un lugar que te sorprenderá por las dimensiones y espectacularidad de la estación.
Panticosa. Un balneario entre montañas
Panticosa es un lugar precioso en las montañas. La carretera nos lleva a un lago con un balneario en el que también es posible alojarse. Sin embargo, aunque sea para darse un paseo por el lago vale la pena llegar allí.
Y justo al otro lado de la frontera. Tren de Artouste y ciclismo en Francia
Otro entretenimiento interesante para la familia consiste en acercarse a Artouste. Allí, podemos montarnos en un trenecito de alta montaña al que se llega gracias a un funicular. Es una experiencia que combina naturaleza y la aventura de moverse por unos paisajes escarpados y con excepcionales panorámicas. Cuando te deja el trenecito puedes hacer una excursión de auténtica alta montaña.
Y si estás en el Pirineo y eres amante del clicismo siempre podrás visitar alguna de esas cotas de alta montaña que tantas veces hemos visto cómo heroicos ciclistas lo intentaban escalar con mayor o menor suerte. En algunos lugares huele a ciclismo y quizás te animes ha hacer alguna subida.
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