Hoy en día, cuando quieres dar a conocer un lugar lo mejor es aparecer en el cine o en cualquier medio de comunicación. Pero hace años, cuando nada de esto existía quizás una de las formas más efectivas de cruzar el umbral de la fama es aparecer en lo que eran las pantallas de la época: los cuadros. Y si era un cuadro de un reputado pintor más aún. Y en este artículo acabaremos en la playa que inspiró a Sorolla, un rincón durante mucho tiempo secreto en Cataluña. ¿Quieres saber dónde está este lugar?
El encargo a Sorolla
Sorolla se embarcó en un proyecto monumental entre 1911 y 1919. En ese año, Henry Huntington (1850-1927) encargó a Joaquín Sorolla una tarea que absorbería la mayor parte de sus últimos años de vida: decorar una espaciosa sala rectangular con una serie de impresionantes paneles que retratarían las diversas regiones de España, capturando la esencia única de cada una a través de sus paisajes y sus habitantes. Esta sala estaría en la Sociedad Hispánica de América de Nueva York. El resultado final fue la magnífica sala que hoy en día lleva el nombre de Sorolla. Esta sala está adornada con catorce paneles de gran formato, todos pintados al óleo y montados de manera póstuma en 1926. La serie de paneles, que Sorolla comenzó a esbozar en 1911, finalmente se completó en 1919. La ejecución de este proyecto llevó al artista a recorrer toda España durante un período de ocho años, durante el cual pintó y tomó apuntes en un viaje inmersivo que dio vida a esta asombrosa obra de arte.
El panel número 10
Realmente podemos decir que Sorolla hizo de bloguero de viaje durante unos años por España y el panel número 10 correspondía a Cataluña. Pero ¿qué pintaría Sorolla que representara a Cataluña?
En un principio, Sorolla quedó impresionado por el puerto de Barcelona, y decidió utilizarlo como escenario para su obra. Sin embargo, a medida que avanzaba en su proyecto, decidió dar protagonismo al pescado, cambiando su ubicación a un lugar que le inspiraba aún más: Santa Cristina, en Lloret de Mar.
🖌 Breves detalles técnicos del cuadro
En «El Pescado», podemos apreciar la icónica paleta cromática que caracteriza el estilo de Sorolla, con una intensidad aún mayor. El blanco se despliega de manera quebrada a través de las prendas de las mujeres retratadas, creando una línea visual que recorre la composición de izquierda a derecha, culminando en la camisa de la mujer que se encuentra en el centro de la obra.
Esta obra maestra de Sorolla no solo representa su habilidad para capturar la luz y la atmósfera de Cataluña, sino también su capacidad para evocar la vida y la cultura de la región a través del simbolismo del pescado. La elección de Santa Cristina como escenario añade un toque de autenticidad y encanto a esta pintura, convirtiéndola en una ventana a la rica tradición pesquera y costera de Cataluña.
Pero para ver el paisaje, tenemos la suerte de tener algún estudio que hizo del lugar donde no aparecen los personajes.
Un Rincón Secreto Revelado: Sorolla en Santa Cristina
En 1992, un emocionante descubrimiento tuvo lugar en el hermoso entorno de la cala de Santa Cristina, gracias al dedicado trabajo de Sebastià Ruscalleda. En lugar de permanecer como un misterio de la costa catalana, la cala de Santa Cristina fue identificada por Ruscalleda como el escenario específico que inspiró el mural de Sorolla, desafiando las creencias previas de muchos historiadores y críticos de arte.
La historia detrás de este hallazgo es tan fascinante como el propio descubrimiento. Ruscalleda contactó a Blanca Pons Sorolla, bisnieta del renombrado pintor valenciano, y le leyó una de las cartas que el artista había enviado a su esposa, Clotilde García del Castillo. En esta carta, Sorolla describía con detalle la mágica belleza de la cala de Lloret, y este revelador testimonio confirmó la ubicación exacta de la inspiración detrás de su obra maestra.
Santa Cristina es una maravilla. Grandes pinos sobre el monte con escollos claros de color, sobre una mar maravillosa, de azul y verde. Algo griego y estupendo»
Joanquin Sorolla Bastilla (30/09/1915)
Este emocionante hallazgo llevó a la publicación de un libro en 1993, titulado «Sorolla en Santa Cristina», escrito por Sebastià Ruscalleda. El libro arrojó luz sobre este apasionante capítulo de la vida y obra de Sorolla, y la conexión especial que tenía con la pintoresca cala de Santa Cristina.
En busca del lugar de la inspiración
Tales palabras solo hacen que aumentar la curiosidad por conocer un lugar que ha inspirado a alguien conocedor de tantos paisajes como es Sorolla. ¿Qué encontraríamos en ese lugar en Lloret, concretamente en ese lugar llamado Santa Cristina?
Por suerte, gracias a la asociación que cuida de la Ermita de Santa Cristina (La obrería) esta zona ha permanecido igual durante todos estos años y ha habido conciencia en Lloret de recordar este homenaje de Sorolla a la localidad de la Costa Brava. Por eso, en el entorno de la ermita hay un pequeño camino que nos lleva al lugar exacto que inspiró al genial artista.
Una vez en el punto identificado como el que Sorolla eligió para su cuadro, hay un mosaico que recuerda al pintor y la carta que hemos comentado anteriormente.
Y ante nosotros, el lugar exacto en el que el pintor se inspiró.
Pero estoy seguro que entre trazo y trazo en el lienzo, tuvo tiempo de pasearse por la playa que está un poquito más abajo.
Yo soy de la Costa Daurada pero he de reconocer que en cuanto a calas, la Costa Brava tiene verdaderas joyas.
Y es que cualquiera que vaya a este paraje quedará hipnotizado con estos paisajes. Tanto, que Sorolla representó a Cataluña con esta playa.
Nota: Pudimos visitarlo en el encuentro de blogueros en Lloret, donde celebramos el décimo aniversario de la asociación BCNTB.
Deja una respuesta