Dicen de ella que es la de las tres mentiras, porque ni es santa, ni es llana, ni tiene mar. El tiempo ha respetado a Santillana del Mar. Si borramos algún coche de las empedradas calles (pocos ya que todo el centro es peatonal) podríamos llegar a imaginarnos que estamos en una ciudad de la edad media. Realicé este dibujo que corresponde al campanario de la colegiata de Santillana del mar como dibujo representativo.
Además, tuve la suerte de visitarla entre la lluvia y el sol mostrando los antiguos edificios toda su gama cromática. Lo cierto que estas vilas de piedra gris tienen un encanto especial bajo la lluvia.
Toda la ciudad está repleta de casas con escudos nobiliarios excepto la torre que os muestro en la siguiente fotografía. Es la torre del merino, que como era el representante del rey no ostenta tal escudo.
La plaza Ramón Pelayo es el centro neurálgico de la vila.
Hasta llegar al centro, las viejas calles se empinan para llegar a la zona alta.
Una casa que estuve a punto de dibujar…
A media visita salió el sol, apreciando una visión diferente de Santillana.
No podía faltar el museo de la inquisición habitual en toda vila medieval.
Y para acabar una vista de la colegiata de Santillana con su puerta de medio punto.
Visité Santillana del Mar en el blogtrip de Cantabria Infinita. En este enlace tienes todos los posts relacionados con este increible viaje con otros compañeros blogueros.
Visita recomendada para todos los amantes de la historía y de la tranquilidad.
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