La palabra beso debería de rimar con vacaciones. Besos de alegría, de enamorados, de amistad, de despedida …
Estoy pensando en los besos a raíz de ver algunas fotos que realicé de la ciudad de Guanajuato en México. Pasear por esta ciudad es una delicia ya que las estrechas callejuelas serpentean y las plazas se esconden para ser descubiertas…
Y precisamente es en los callejones estrechos, y concretamente en uno llamado El Callejón del beso que pude fotografiar y donde nació la siguiente historia…
Uno de los españoles recién llegados fue Don Antonio de la Parra, quien había sufrido el rechazo de las familias de abolengo de su natal Asturias. Él se hizo dueño de minas y criaderos de caballos, la única ambición que aún lo atormentaba era regresar a España para poder despreciar a quienes lo habían humillado durante su infancia por ser pobre. Para poder concretar este sueño era necesario tener un título nobiliario. Para lograrlo, planeó que Ana, su única hija, se casara con el Marqués de Linares.
Alegre y bellísima, Ana aceptaba su obligación de complacer el sueño de nobleza de su padre, por eso mantuvo en secreto su verdadero amor.
Un día cuando contemplaba el cielo, la ventana del balcón de enfrente se abrió y salió Carlos, quien había comprado esa casa precisamente para estar cerca de ella. Esa calle es tan angosta, que los dos balcones casi se tocaban. A las ocho de cada noche se citaban en secreto y su amor fue creciendo.
Una noche, mientras Ana y Carlos estaban juntos, el padre de ella los descubrió y rompió en cólera. Carlos brincó para proteger a su amada pero cayó y se desnucó. Cuando Ana quiso auxiliarlo, Don Antonio enfureció, sacó su daga y la clavó en el pecho de su hija. Inmediatamente se arrepintió pero ya era demasiado tarde, Ana y Carlos estaban muertos. Don Antonio enloqueció de dolor y murió pocos meses después.
La ciudad entera acudió al entierro de los dos amantes y la gente de Guanajuato asegura que en ciertas noches se les pueden ver inclinados sobre sus balcones, uniendo sus almas en un beso eterno.
Según la tradición, las parejas que visiten el Callejón del Beso deben besarse en el tercer escalón para tener felicidad por quince años; de lo contrario tendrán siete años de mala suerte.
Aquí tenéis el callejón del beso …
Nota: Leo en periódicos locales que el pasado Enero una nueva reglamentación pretendía prohibir los besos de las parejas en la vía pública. Si es que ya lo dice el refrán… en casa del herrero, cuchara de palo.
Vic dice
Hola, qué tal, me agradó mucho encontrar tu blog de viajes buscando una imagen de Hokusai. Quisiera preguntarte sobre el origen de tu plantilla.
Gracias y buenas rutas!!
somos dice
si te refieres a la plantilla del blog, el diseño gráfico es mío. saludos
Jose Martinez dice
Increíble post, tanto la historia como la manera de describir Guanajuato, a mí me gusta mucho esa ciudad y cada vez que voy a Guanajuato me encuentro cosas nuevas, hace poco me encontré un poco de historia de cómo hacen zapatos y como ayudo a la economía de la ciudad. http://zonaviajes.mx/index.php/12-blog-travel/87-la-tradicion-zapatera-de-leon-guanajuato
Te recomiendo este articulo, es sobre Leon y su manera de fabricar zapatos.
PASAPORTE SIN FRONTERAS (Christian) dice
¡La hermosa ciudad del beso!
¡Hola Juan Antonio! Me alegro que te haya gustado esta hermosa ciudad de mi México. Definitivamente es mi rincón favorito de mi país. Qué bonito es leer las palabras que extranjeros escriben acerca de mi país. ¡A mí personalmente me encanta España y muero por volver!
Saludos.