La mayoría de los viajeros que aterrizan en República Dominicana lo hacen con una imagen en mente: arena blanca, cocoteros infinitos y resorts junto al mar. Y no les culpo. Yo mismo fui una vez… concretamente en la luna de miel. Iba en uno de esos gigantescos cruceros que surcan el mar Caribe e hizo parada en su capital, Santo Domingo, durante un día.
Obviamente, no es la mejor forma de visitar este país, ya que —como digo— nos dejamos sin ver la parte más conocida: los famosos resorts. Pero gracias a ese crucero pude descubrir la parte menos explorada del país, que está cargada de historia.
Si tuviera que ir ahora, quizás combinaría las dos visitas: la playera y la colonial. Una buena opción es aprovechar cualquiera de los vuelos a Santo Domingo y, el día de la llegada, visitar la capital antes de ir al resort de turno. O también puedes optar por hacerlo justo antes de volver. Me gusta la historia y estamos hablando de una de las ciudades con algunos de los puntos de interés más relevantes de toda América. No es exagerado decir que veremos varios lugares con títulos como «el primero de América».
La Zona Colonial, el corazón histórico
Una de las primeras cosas que sorprende al caminar por Santo Domingo es su Zona Colonial, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Cuando hablaba de algunos puntos relevantes en toda América podemos decirlo con toda propiedad porque estaba paseando por la primera ciudad fundada por europeos en América.

Sus calles adoquinadas, casas coloniales y plazas te transportan a otra época. Es posible pasar horas paseando sin rumbo, solo dejándote llevar por la historia que emana de cada rincón.
Alcázar de Colón
En la Plaza de España se encuentra el Alcázar de Colón, la antigua residencia de Diego Colón, hijo de Cristóbal Colón. Y aquí volvemos a encontrarnos un top 1 de su categoría: se trata del primer palacio virreinal de América.
El edificio conserva muebles, mapas y objetos de época. Merece la pena recorrer sus salas y asomarse a sus balcones, desde donde se contemplan vistas al río Ozama y al bullicio actual de la ciudad. El contraste entre historia y presente es palpable.

Catedral Primada de América
Otro de los imprescindibles es la Catedral Primada de América, también conocida como la Catedral de Santa María la Menor. Es la primera catedral construida en el Nuevo Mundo, iniciada en 1512. Su arquitectura mezcla estilos gótico y renacentista, lo que la convierte en una pieza única en la región.

Museos con identidad
Santo Domingo alberga varios museos que permiten entender mejor la cultura y el carácter dominicano. Algunos de los que destacaría son:
- Museo de las Casas Reales: ubicado en un edificio colonial, el museo ofrece una visión detallada de la historia colonial de la isla, exhibiendo artefactos, documentos y objetos que ilustran la vida durante el período de dominación española.
- Museo del Hombre Dominicano: ideal para conocer las raíces y la evolución cultural del país. Su colección incluye la mayor cantidad de bienes culturales procedentes de los primeros habitantes de la isla, especialmente de la cultura taína
- Museo de Arte Moderno: para quienes buscan una visión más contemporánea. Es la principal institución del país dedicada a la conservación y difusión del arte moderno y contemporáneo, tanto dominicano como internacional.
Paseo por el Malecón

Al final de la tarde, el Malecón de Santo Domingo se convierte en un punto de encuentro. Este paseo marítimo, paralelo al Caribe, ofrece vistas al mar, esculturas, bares y un ambiente animado. No es una playa para bañarse, pero es perfecto para tomar algo, ver la puesta de sol y observar la vida local.
Faro a Colón
Uno de los monumentos más llamativos —y a la vez polémicos— de la ciudad es el Faro a Colón. Esta estructura en forma de cruz monumental fue construida para conmemorar el quinto centenario del descubrimiento de América.

Dentro, se dice que reposan los restos de Cristóbal Colón, aunque hay debate al respecto. En realidad, es posible que sus restos estén repartidos entre varios de los lugares que los reclaman… ya que tuvieron un itinerario algo enrevesado y largo. Más allá de su simbolismo, el edificio en sí impresiona por sus dimensiones. Proyecta una luz que se puede ver a 64 kilómetros de distancia. Efectivamente, algo de contaminación lumínica genera…
Comer en la ciudad: más allá del buffet del resort
Una de las sorpresas agradables fue la gastronomía local. En Santo Domingo puedes encontrar desde cocina tradicional criolla hasta propuestas contemporáneas. Aquí algunos ejemplos:
- La bandera dominicana: arroz, habichuelas y carne (normalmente de res o pollo).
- Mofongo: puré de plátano frito con ajo y chicharrón.
- Pastelón: una especie de lasaña hecha con plátano maduro.
Y como postre, el dulce de coco con leche es una apuesta segura.
Ideas para excursiones cercanas
Si tienes más tiempo y quieres escapar de la ciudad sin ir directo a la playa, hay algunas excursiones interesantes cerca de Santo Domingo:
- Los Tres Ojos: un parque natural con cuevas y lagunas subterráneas. Lo sorprendente es que este parque natural se encuentra dentro de la misma ciudad de Santo Domingo.

- Boca Chica: si bien es playa, se diferencia de las zonas turísticas más lejanas por su cercanía y mezcla con la población local.
- San Cristóbal: ciudad cercana con historia, museos y lugares poco frecuentados por turistas.
Cómo llegar
Si estás pensando en visitar este destino, hay opciones convenientes de vuelos. Como he dicho antes, lo mejor es combinar el vuelo con la visita a la capital, ya sea al llegar o antes de regresar del resort. Desde España tienes rutas con vuelos Madrid Santo Domingo, que hacen accesible la llegada a esta capital caribeña. Y de esta forma podemos saborear un poco de ese Santo Domingo que va más allá del cocotero y el resort.
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