Las minas de sal de Wieliczka en Polonia son tan espectaculares que fueron incluidas en 1978 la primera lista de patrimonio de la UNESCO. Y cuando las visitas entiendes porqué tuvo ese honor porque realmente te quedas boquiabierto ante tal despliegue de túneles y galerías. Y cuando hablo de galería no os imaginéis un pequeño pasillo sino que realmente podemos hablar de auténticas calles subterráneas. En este artículo podréis ver algunos ejemplos de la construcción con este viaje fotografiado a la mina.
Una mina de sal de dimensiones inabarcables
Inabarcable es la palabra adecuada para esta mina de sal. El recorrido, que no es corto, únicamente abarca el 2% de la totalidad de la mina. Estamos hablando de 9 niveles que descienden hasta los 327 metros de profundidad con un total de 245km de galerías. Y es que la mina lleva siendo explotada durante más de 700 años en los que se han perforado un total de 26 pozos y se han extraído unos 9 millones de metros cúbicos de sal.
Historia de la mina
Realmente, la tradición de la sal en la zona es mucho más antigua. En la zona de la mina se han encontrado instrumentos que servían para obtener la sal ya en tiempos de Neolítico gracias a fuentes de sal. La tradición se fue manteniendo y ese conocimiento se transmitía de generación en generación y se utilizaba para conservar la carne y el pescado. Ya con el paso del tiempo la sal se utilizó como moneda de cambio con los pueblos que no tenían esta materia.
En los siglos XI-XIII las fuentes de agua que eran las que proporcionaban la sal desaparecieron por lo que se comenzó a construir pozos para intentar conseguir la sal. Podemos decir que este fue el origen de la mina. En el siglo XIII, con el descubrimiento de la sal gema se dio un paso definitivo para el desarrollo de la minería de la sal en la región. en aquella época la mina era conocida como la mayor mina de sal de Polonia y por tanto, de gran importancia para la economía de la región. En esta época trabajaban del orden de 350 personas y se extraían unos 7500 toneladas de sal cada año.
Actualmente no se realiza producción de sal en la mina pero en cambio, trabajan muchos mineros trabajan para mantener los pozos y que el turismo siga admirando las maravillas de la mina.
La visita a la mina de sal
La visita se realiza con un guía y comienza bajando unos 64 escalones. Se vuelve a la superficie en ascensor. Desde luego las escaleras impresionan ya que directamente es imposible ver el final de las mismas.
El primer nivel de la mina de sal ya se encuentra a unos 64 metros de profundidad.
Poco a poco te vas haciendo una idea del lugar donde te estás metiendo. En mi mente seguía dándole vueltas a lo que representaban más de 200 kilómetros de galerías.
Una cosa que sorprende es que lo que te encuentras no es una simple mina. casi que podemos hablar de un museo donde podemos encontrar infinidad de esculturas que han sido talladas en sal.
Pero una de las cosas más impresionantes son las grandes salas que existen dentro de la mina. Son grandes galerías que han dado paso a espectaculares recintos con grandes escalinatas como la de la siguiente fotografía.
Al ver la sala es imposible que no se escape un WOW!. Bajamos por la escalinata y las sorpresas continuan.
Las pareces están decoradas con figuras talladas en la sal. Puertas con capiteles, capillas, etc.. Todo, construido en este mundo de sal.
Y a partir de aquí lo único que os puedo recomendar es que os dejéis perder por los laberintos y las salas a cual más espectacular. Veréis lagos, escalinatas infinitas como si estuvierais en el país de los enanos del señor de los anillos excavado en la montaña.
Y cuando sales de nuevo al exterior solo piensas que ya tienes en la mochila la mina de sal más grande del mundo. Ahí es nada…
Fran dice
Un lugar turístico bastante curioso