Vivo en un pueblo. El otro día paseaba por él cuando una persona que iba con muletas me preguntó la hora. Se la dí y me contestó con un rotundo «Que pase un buen día, amigo«.
Le dí las gracias, y me quedé pensativo. Algo me extrañó. A los pocos segundos ví dónde residía mi extrañeza. Hacía tanto tiempo que un desconocido no me deseaba algo, como un simple buen día ….
Esto me hace pensar que quizás en esta sociedad debamos pensar todos que no somos los únicos que vivimos en ella, y que como mínimo no nos cuesta nada ser amables.
Es el último día del año, y esperemos que el año que viene nos extrañemos un poco menos ante estas contestaciones. Eso significará que habrá muchos más «que pase un buen día amigo»
Qué paséis un buen día y feliz año nuevo, amigos !!!
(Ya somos dos)
Chiqui dice
Igualmente, compañero
Que el 2007 os cuide mucho sobre todo al enano de la familia.
Un abrazo
sonia dice
Normalmente nos sorprendemos cuando nos encontramos a un desconocido que es amable y simpático. Es triste pero es asi.
Yo tambien te deseo lo mejor y que disfrutes de ese niño tan precioso. Besos
Chiky dice
Tengo una amiga que se fue a vivir a Madrid hace algún tiempo… Me contó que de tanto andar a empujones por la calle, en el metro, y demás, acabó por aborrecerle ver a gete, y que lo que más le gustaría sería pasear tranquilamente sin que nadie le moleste. Para intentar acercarse un poco a eso se pone los cascos, se aisla, y escucha música mientras camina.
No creo que sea a la única que le pasa, así que podemos decir que en parte, el causante de la falta de “que pase un buen día amigo”, son las grandes ciudades.