Hoy he visitado algunas compañías. Unas eran de un nivel superior a otras. En una de ellas me ha sorprendido hablar con un ingeniero que iba descalzo por la empresa. Cuando estabas hablando con él se tocaba los pies. Pequeños callos, etc.
Evidentemente (por desgracia) le he estrechado las manos dos veces (al llegar) y al irme (siendo consciente ya del detalle).
Problema: para ir a comer me olvidé de lavarme las manos -gran error raro en mí puesto que lo tengo por costumbre.
Uajjjj!!!
es ironico? jajajaja
fijate tambien en los movimientos que hacen con la cabeza mientras hablando….
jajaja!! y lo peor es que allá se suele comer con las manos.. bueno a lo mejor le dio otro toque a la comida 😛