El telediario con más audiencia del mundo es el de la tarde en China. Tiene una audiencia estimada de 140 millones de espectadores.
En relación al idioma los chinos suelen ser muy estrictos, de cuya dificultad de pronunciación están muy orgullosos, y es frecuente que se burlen de los fallos de dicción, tanto los de campesinos que hablan con un fuerte acento rural como los de extranjeros que no dominan la lengua.
Por eso, las autoridades conscientes de que cada palabra que pronuncian sus presentadores llega a cientos de millones de espectadores han ideado un sistema de multas.
Un presentador se equivocó hasta tres veces en una noticia sobre osos pandas por lo que ha tenido que pagar entre 50 y 200 yuanes (unos 20 euros). No suelo estar de acuerdo con el gobierno chino pero esta iniciativa no digo que me desagrade. Es más reclamo algo parecido en España, y es que hay mucho desaprensivo del lenguaje pululando por televisión.
También habría que exportarlo a los políticos. 20 euros por promesa incumplida. Algunos se arruinarían.
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