El vuelo llegó con retraso a México D.F. Ví la conexión de vuelos y se confirmó mi temor … había perdido el avión hacía Ciudad Juárez.
Era tarde, y debido al cambio horario me costó más de lo debido encontrar el mostrador de la compañía aerea. Llegado a éste, suplicaba interiormente que admitieran que era culpa suya y no tuviera que enzarzarme otra vez en una interminable discusión sobre responsabilidades, y si me tenían que buscar y alojar en un hotel. Por suerte, no había alternativas, ya que los dos vuelos eran suyos (el anterior y el siguiente), y me comentaron que no me preocupara, ya que me habían localizado un vuelo para el día siguiente y me llevarían a un estupendo hotel cerca del aeropuerto.Y la indemnización, mañana se hablaría.
«Estupendo» hotel. Esas palabras me tintinearon mal dentro de mí. De repente, ¿una compañía que no me va a engañar, sinó que, se van a preocupar por mí enviándome a un «estupendo hotel»?
Me llevó un taxi al hotel. Era antiguo. Por desgracia no recuerdo el nombre. Después de asignarme una habitación entré y era espaciosa, confortable, cama ancho especial y todo ello culminado con un excelente y cómodo sofá. Perfecto! recuperé mi confianza el sector aéreo. A partir de ahora, no importa si pierdes un vuelo, ya que todo son atenciones.
Estaba sentado en el sillón, cuando mis ojos comenzaron a cerrarse. En este proceso de alcanzar el descanso vislumbré algo extraño. Abrí los ojos y pude ver una gran mancha en la moqueta. Al fijarme distinguí su color rojo. No seguía ningún patrón, sinó que se desparramaba a lo largo de la moqueta.
La pregunta era obvia. De qué era la mancha. ¿Sería de lo que estás pensando? Como hemos visto en CSI, busqué las marcas de tiza que en teoría marcaban a los cadáveres para recordar la posición en la que estaban. No ví nada.
Pero toda la confianza que tenía en el mundo de la aviación se esfumó. Es más, recordé que la azafata se retiró para hablar con el hotel, y no pude oir la conversación. Pero evidentemente no necesitaba haberla oido. Ya la había deducido.
– Tenemos un pasajero que ha perdido el vuelo y reclama indemnización.
– No, esa habitación no. Por favor, reservenle la habitación roja. Ha de quedar «satisfecho»
Si van a México, y se alojan en un hotel cerca del aeropuerto, eviten la misteriosa habitación roja. Por si acaso. Además, si les envían a esta habitación, reclamen la indemnización a la compañía aerea al día siguiente, cuando la noche haya pasado, ya que de noche .. no se admiten reclamaciones. (o si no que se lo digan al dueño de la mancha roja)
ALECKZUKA dice
SE QUE ES UN POCO VIEJO EL POST PERO SOLO TENGO UNA COSA QUE DECIR!!
BIENVENIDO A MEXICO!! AJUA!!
QUE VERGUENZA!