Japón apareció por sorpresa en mi camino. Mi primer viaje fue con la excusa del trabajo y aproveché para estar poco más de una semana y visitar algunas ciudades. Luego he vuelto en varias ocasiones y volvería otras tantas. Y es que el universo Japonés es interminable. En este post te doy algunas breves pinceladas explicando porqué creo que deberías ir a Japón o al menos tenerlo en cuenta en tu agenda de viajes.
Imprescindible si eres un blogger de viajes
Hay infinidad de blogs dedicados solo a Japón escritos por españoles que viven allí. En cambio no hay tal cantidad de blogs dedicados a otros países. No es que Japón sea una colonia española. Simplemente el día a día te proporciona tal cantidad de anécdotas y experiencias que pueden alimentar un blog. Un único viaje te permitirá tener decenas de posibles artículos. Llevo más de 100 entradas con temática japonesa.
Pero si tienes un blog y vas a Japón no olvides hacer el típico post de japoneses dormidos.
Sentido de comunidad
Con la densidad demográfica de japón sería imposible que todo funcionara como un reloj si la gente no tuviera un gen especial que les dota de sentido de comunidad. En Shinjuku pasan diriamente millones de personas pero es imposible ver una aglomeración. La gente, simplemente, se comporta correctamente y de forma ordenada. En cuantos países podrías ver una línea de gente perfectamente alineada para entrar en un vagón que ya está abierto?
Además, como la gente se comporta de forma correcta, la autoridad actúa en consecuencia. Un buen ejemplo fue en una visita del Madrid o Barcelona (no lo recuerdo) a Japón. Los fans se amontonaban para ver los jugadores y veías a los policias agachados haciendo una cadena humana. Efectivamente, era para que la gente pudiera ver a sus ídolos y no les pudieran tapar. Están seguros que no saltarán el cordón policial. Uff este respeto y preocupación policial por el ciudadano diría que no es igual por otras latitudes 🙁
De todas formas, seguro que tendrás alguna experiencia policíaca. A mí, en una calle vacía cruzando un paso de peatones cuatro policias me hicieron una cadena humana para que pasase. A los pocos días es algo que deja de sorprender.
Atención y respeto
Fue sin duda la primera conclusión desde el minuto uno. Hay una atención al cliente (viajero en nuestro caso) extrema. Recuerdo aún cuando nada más llegar a Tokyo fui a alquilar un móvil. La dependienta estaba distraída en otros quehaceres. Al verme, y comprobar que llevaba unos segundos esperando dio tal salto y un sprint de cinco metros que se estampó con el mostrador.
Eso sí, piensa que el carácter japonés es muy diferente al latino. Las barreras iniciales no son tan fáciles de salvar como por estas latitudes. Fuera de la tienda, no es la primera vez que he ido a preguntar algo a alguien y directamente acelera el paso como asustado.
Tecnología
La primera vez que viajé a Japón el tema telefónico en España aún no había explotado. Por tanto, viajar a Japón y comprobar como todo el mundo, y digo absolutamente todo el mundo, utilizaba habitualmente el teléfono para muchas más cosas que hablar me impresionó. Hubo dos ejemplos que recuerdo especialmente. El primero, cuando pregunté a un chico en un andén por la hora que saldría el siguiente tren. Para responderme lo consultó en el móvil y me puso la pantalla del móvil con el horario y alguna palabra en inglés escrita. Le dí las gracias y me dí cuenta de lo que nos quedaba en España por recorrer. (esto fue allá por el 2004)
Aunque he de reconocer que lo que más me impactó fue una imagen en un váter. Estaba en el urinario de pared y un japonés se puso a mi lado a orinar. Oí unos sonidos y al mirar comprobé que estaba meando sin manos. Las dos manos las tenía ocupadas con el móvil chateando. Ufff… muuuuy fuerte…
En Japón ví por primera vez un robot, una cámara alta definición, un coche eléctrico,… y me descargué por primera vez un archivo a velocidad de fibra óptica en un hotel (gratis, claro) Lo sé, es sorprendente oir en una misma frase fibra óptica y hotel.
Tradiciones y cultura
Pasar de la tecnología a las tradiciones en pocos metros es habitual en Japón. Además he de reconocer que la cultura tradicional japonesa me encanta. Pasear por los templos zen, hacer una ceremonia del té, visitar lugares de interés cultural son experiencias inolvidables.
Gastronomía
No solo sushi como el japonés. Reticente al principio acabé disfrutando comiendo pescado crudo. Según la ocasión y si tienes la suerte de compartir mesa con un japonés la comida se convierte en un ritual. Y si te va la comida más «normal» no hay problema. Mucha variedad que puedes ver el los escaparates de los restaurantes.
Por cierto, que no te pase como a mí y pienses que son unos maleducados cuando oigas la sinfonía de «sorbetones» cuando coman los «noodles». Si no los comieran absorbiendo aire se quemarían…
Transporte
El japonés tiene asumido el transporte público. Mover tantos millones de persona diariamente sería imposible si no se utilizara el transporte público. Esto hace que siempre exista un medio de llegar a casi todos los lugares. Además, la red de alta velocidad permite recorrer grandes distancias en poco tiempo. Hemos de recordar que lo que para nosotros es una novedad como el AVE ellos lo utilizan desde hace muchos años.
El paraíso del street photography
Creo que si hay un lugar donde en cada esquina hay una oportunidad para fotografiar algo es Tokyo. Pasear sin rumbo por sus calles con una cámara es una experiencia única.
El clima
El clima en verano puede resultar agobiante. La altísima humedad hace que el sudor aparezca rápidamente. Además, se ha de estar prevenido en relación a los terremotos. Yo sufrí un par y eso de ver como todo se mueve aunque ligeramente, que quieres que te diga, acojona ;O
No lo entiendo (y qué?)
Y lo mejor es que hay muchas, muchas cosas por todo lo argumentado anteriormente no las entenderás de entrada. A veces el cambio de mentalidad es demasiado grande. Aún me sigo preguntando que hago yo disfrazado de … de…. bueno de algo.