Un trabajo realizado por los psicólogos Leaf Van Boven y Thomas Gilovich intentaba averiguar si proporciona más felicidad comprar experiencias o comprar productos.
Por un lado, realizaron una encuesta en todo Estados Unidos. Se tenía que pensar o en objetos o una experiencia que hubieran comprado recientemente y debían evaluar hasta que punto su compra les había animado.
Por otra parte, los investigadores dividieron al azar a los participantes en dos grupos: al primero les pidieron que pensaran en un objeto que hubiesen comprado recientemente; a los del otro, que describieran una experiencia que hubiesen comprado (unas vacaciones por ejemplo). Después les solicitaron que puntuaran su estado de ánimo en dos escalas, una de -4 (malo) a +4 (bueno) y otra de -4 (triste) a +4 (contento). Los resultados de ambos estudios indicaban claramente que, en términos de felicidad a corto y largo plazo, comprar experiencias hacía a la gente más feliz que comprar productos.
¿Por qué? Nuestra memoria de las experiencias se distorsiona fácilmente con el tiempo (borras el terrible trayecto en avión y sólo recuerdas aquellos maravillosos momentos de relax en la playa). Sin embargo, los productos tienden a perder su atractivo al convertirse en artículos viejos, usados y pasados de moda.
Tienes que hacerte un regalo? Pues está claro ¿no?
Vía Libro :59 segundos de Richard Wiseman
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