En Shanghai hay un acuario. En este tipo de recintos hay dos opciones. Una, y la más fácil es dedicarte a exponer los diferentes «animalejos» en sus peceras sin más. La otra es mezclar el hecho de mostrar los animales con el intentar sorprender al visitante. En estos casos, por lo menos, ves que hay un interés por parte del establecimiento de contentar al cliente (y que sienta que valió la pena el dinero que pagó). Evidentemente, esto es extrapolable a cualquier tipo de recinto que se dedique a mostrar algo al cliente.
En este acuario, pude ver algunos ejemplos de esto que comento. Llegué a un area en el que se tenían que exponer una especie de medusas. Han tenido la idea de mostrarlas con un azul intenso de fondo, y como si fuera un cuadro de museo. El resultado, decenas de cámaras haciendo fotos.
Os muestro la secuencia.
josep dice
Espectacular, yo quiero uno.