El pasado fin de semana se celebró en Tarragona el Travelbloggersmeeting (TBM) o la reunión anual de la blogosfera viajera española. Resumir un fin de semana como el último es difícil. Aunque comencé la crónica, he podido comprobar que la minuta de lo sucedido la podréis leer en otros blogs de una forma más detallada de lo que yo hubiera escrito. Por tanto, esta vez escribiré en primera persona y desde dentro.
Demasiadas emociones se han unido en pocas horas. Si se piensa fríamente es normal que se afronte con nervios el evento. Hay muchos amigos y posiblemente la única oportunidad de vernos en todo el año. Esos minutos de oro entre canapé y canapé será nuestra única conversación presencial en meses. Además, es que sois todos tan majetes que siempre el tiempo es escaso, insuficiente…
Google clasifica los amigos en círculos. Pues gracias a que existe el TBM de repente ha aparecido y se ha consolidado uno nuevo que no tiene ningún punto de intersección con el resto de mis círculos vitales. Con lo difícil que es que en tu vida aparezca alguien nuevo que no sea del trabajo o derivado de alguna amistad cercana, gracias al blog tengo muchos integrantes de este nuevo círculo. Afortunadamente, TBM a TBM el diámetro del mismo crece y ya abarca toda la geografía española. Más allá de las visitas, el pagerank, los comentarios e incluso el blog, quizás lo más enriquecedor de la experiencia bloguera paradójicamente sea el mundo no virtual. Conocer gente tan diversa y saber que en muchas ciudades de España con un tweet valdría para tomar unas cañas juntos es un lujo que destaca sobre todo lo demás. Pero hay una gran diferencia. Cuando entre al bar, ya iré directamente a tu mesa y me sentaré como si nos hubiéramos visto hace apenas unas horas. Y es que el tiempo no pasa entre encuentros blogueros y siempre es como si nos hubiéramos visto ayer. Sabéis de lo que estoy hablando…
Esta vez me tocó participar en una de las charlas hablando en primera persona del plural. No era yo el protagonista sino nosotros, mi familia. Ellos, que en cierto modo viven (y sufren) la afición bloguera de su papá o pareja esta vez participaban de lleno en la fiesta. Por si fuera poco, el hecho de conocer a la mayoría de la audiencia me produjo un ataque de responsabilidad ya que es mucho más exigente hablar para gente que conoces que a desconocidos. Mi charla la patrocinó Homeaway. Gracias de nuevo.
No entraré a comentar todas las actividades propuestas en el TBM ya que todas se califican de la misma forma: excelentes. Ya habrá post hablando de ellas. Desde cumplir un viejo anhelo como el bajar a la cueva urbana de Tarragona que llevaba esperando desde hace mucho hasta tener un día #slow por les terres de l’Ebre, todo ha sido enriquecedor.

Además, poder disfrutar de vuestras charlas, compañeros blogueros, siempre es un privilegio y una posibilidad de continuar aprendiendo. Y es que a pesar de llevar casi 8 años en la blogosfera este evento me permite de contagiarme de la pasión de los que comienzan (joder, que buenos que sois muchos a pesar de llevar mucho menos que yo) así como de la profesionalidad de los que trabajan de blogueros los 365 días del año y no a tiempo parcial.
No puedo pasar la página de este TBM sin agradecer a Eddy y Victoria que continúen invirtiendo su valioso tiempo en este evento. Os aseguro que ese tiempo que nos estáis regalando cada año en la organización lo valoramos enormemente y habéis conseguido que posiblemente seamos el único país que se puede hacer una foto de familia de 150 blogueros viajeros.
Y ahora, dejaré de ponerme serio y os hablaré del momento familiar de mi TBM como fue la presentación familiar y cosas que no he contado de la misma. Digamos que es el «Making-of» …
Vine al TBM con 37 pantallas para la presentación. Nunca había ido a las conversaciones viajeras del viernes y después de oír el «te queda un minuto» 10 veces comprendí que tenía un serio problema apenás unas horas antes de mi intervención. Hago presentaciones habitualmente y teniendo en cuenta que de 3 trasparencias puedo estar «enrollándome» media hora el desenlace se presentaba incierto. Decidí no acortarla a pesar de que lo medité seriamente. Veríamos que pasaría cuando llegara el momento del «se acabó» de Victoria. Fue todavía peor, ya que cuando no llevaba ni la mitad ella me dijo que me quedaban 10 minutos. Tocó acelerar hasta el «Ya está» final.
Tras ese «Ya está» pedí 3 minutos extras. Se hizo un breve silencio y Victoria accedió. Había sucedido! lo impensable! Victoria también tiene un corazón #slowpresentation. Bueno, es que la otra opción era echar a toda la familia del escenario, niños llorando, etc… drama total 😉

Tal y comenté mis hijos vinieron esperando que cantara algo. Recordad, motivación… Eso de oir hablar a su papá no mola, pero cantar es otra cosa. ¿Y que canción había conseguido convencerles para aguantar mi charla durante una hora? Era esta canción. Lo se, hubiera sido un gran colofón final pero por suerte logré escurrir el bulto… por cierto, admito que me da buen rollo la melodía.
Durante la presentación hubo un momento crítico. Cuando se acercó la primera vez mi hijo al centro del escenario a comentarme que lo de la pantalla era Port Aventura hubo un detalle que realmente consiguió ponerme nervioso. No fue el hecho de que estuviera allí, interrumpiéndome. El problema estaba en sus pies. Justo debajo de él había un rastro de líquido. Mi primer pensamiento fue «se ha hecho pipí en medio del escenario«. En esas décimas de segundo solo estaba pensando que podía hacer. Una cosa es que te interrumpan y otra es que tu hijo se haga pipí allí en medio. Me quedaban pocos minutos y no era cuestión de invertirlos en un cambio de calzoncillos. Me fijé en el detalle que no se estaba tocando con la mano allí abajo, algo habitual cuando se hace pipí. Decidí ignorar el «incidente». Aún así, durante la presentación intenté evita pisar «la mancha». Al finalizar, comprobé que era agua, supongo que alguien derramó un poco en esa zona. Si conseguí hacer una presentación con mis hijos moviéndose por el escenario e intentando esquivar agua-pipí en el suelo, creo que puedo hacer cualquier presentación. Al final, todos felices.

Para acabar, un «bienvenidos» a los blogueros que año a año deciden adoptar esta afición para que forme parte de su vida. Recordad, al principio el blog es egoista. No esperes nada a cambio de tu tiempo. No recibirás dinero, blogtrips o regalos. Eso sí, gracias al TBM ganarás amigos. A muchos, con eso nos vale.
Lo olvidaba, el domingo nos regalaron un bonsai. Precisamente el mío con una forma que me ha de recordar cada día como afrontar muchas cosas en la vida además del blog…

Nota: Ayer actualizó google el algoritmo de búsqueda. Quizás es un buen momento para leer el manifiesto #slowblogging
Nota: Ante los numerosos comentarios sobre la presencia de los niños en el escenario os cuento que no fue premeditado. Aparté aquellas sillas en el lateral del escenario y mientras preparaba el ordenador les dije que se sentaran allí asumiendo que al comenzar la charla se irían. Victoria me preguntó si se sentaban en el centro y yo le comenté que puesto que no se iban de allí mejor no decirles nada. Al final, se quedaron allí sentados con toda naturalidad. Con los niños ya se sabe, si les hubiera dicho que se sentaran seguro que se hubieran ido 😉
Desde luego, después de esta presentación ya te pueden hacer sitio en el club de la comedia y ojo que Victoria y Eddy no te fichen para presentar el próximo TBM. 😉 Bromas a parte creo que tu presentación fue de las mejores que se han visto en un travel bloggers meeting y diría que una de las mejores que visto en cualquier sitio. Aunque lástima que llegué con 33 años de retraso, con mis padres como mucho cogíamos un avión para ir pasar las navidades a Tenerife con la familia simplemente porque no vivíamos allí. En favor de ellos tengo que decir que nuestras vacaciones no coincidían pero 10 días en diciembre cada año yo creo que daban para más. Enhorabuena por tu presentación 🙂
Gracias Judith por tus generosas palabras y gracias también por tu presentación. Es un lugar de Alemania que he estado varias veces pero nunca me he planteado hacer turismo allí. Al final todos aprendemos de todos y es lo importante. En relación a los viajes cuando éramos pequeños yo iba como mucho quince días al pirineo una vez al año. Pero entiendo que los tiempos cambian y ahora todo es diferente.
😉 Mola mucho la entrada, y aún más cuando te conoces un poco 😉 Gran familia!!! Gracias a vuestro ejemplo ya no da tanto miedo tener niños 😉 Espero coincidir pronto en otras ocasiones. Abrazos fuertes!!!
Gracias Kate. Creo que al final sin ser premeditado que los niños estuvieran allí arriba (lo olvidé en el making of!) finalmente le dio el toque justo para entender realmente muchas de las cosas que quería decir. Voy a añadir este texto al final indicando que realmente fue improvisado.
Hola Juan Antonio! Vimos tu presentación en el TBM y aunque no coincidimos en ningún momento luego (porque éramos tantos bloggers que no se daba abasto) esperamos poder conocernos en otra ocasión. Nos gustó mucho tu ponencia, pero sobretodo cómo enfocas el tema, de una manera muy sencilla y buscando el lado fácil de las cosas. ¡Felicidades por hacerla tan amena! Nos vemos!
Hacer una presentación amena es una parte fundamental. Lo cierto que el conocer a mucha de la gente del público y tener tan buen rollo con todos lo hizo muy fácil. Gracias y a ver si podemos charlar un rato la próxima vez 😉
Me tuve que conformar con seguir tu charla por twitter y desde allí ya fue espectacular así que en vivo y en directo tuvo que ser la bomba! :-D. Muy bueno lo del charquito…me parto. Me lo imagino con los míos allí arriba del escenario y hubiese pensado igual que tú. Un placer leerte. Y con muchas ganas de conocerte!
Lástima que no pudieras estar allí. Realmente lo pasamos todos (incluídos los niños) genial 😉
Comparto las ganas de conocernos!
Me habría gustado asistir a tu charla sobre viajes en familia!! Yo ahora me estoy iniciando en esto de viajar con niños (bueno, en mi caso con un bebé). 😀
Saludos
Pues tómatelo con calma. Nosotros tardamos algo en comenzar a viajar con ellos. Demasiado pequeño nos daba apuro. De todas formas, cada familia tiene su ritmo y es un mundo. En lo sucesivo voy a publicar una sección para viajar con niños que espero que te guste.
¡El héroe! ¡El héroe del TBM! 🙂 Una vez más, enhorabuena por tu súper charla. Nos encantó, sin duda la más interesante de todo el fin de semana. Somos muchos los que pensábamos que al tener hijos se nos acababa el chollo de viajar, pero parece que hay vida más allá. Un abrazo enorme y gracias por haberte convertido en el referente a seguir
Ufff un honor, aunque creo que héroes somos todos los que invertimos tanto tiempo en tener un blog sin esperar nada a cambio. Me alegra mucho que os gustase. Os confieso que me llevó su tiempo pensar la estructura y diseñar todas las diapositivas. Por suerte, con comentarios como el vuestro todo ese tiempo ha sido bien invertido. Efectivamente, hay vida más allá de los niños (siempre y cuando se guste jugar, tirar piedras al agua, etc… tu ya sabes…
Buenas Juan Antonio! Tu charla fue genial, y este post con el making-of también mola mucho. Como bien sabes, soy ferviente creyente y practicante de la doctrina slow blogging, y es que como neopadre y travel blogger, me sentí muy identificado con casi todos los puntos que comentaste. Con una niña, nuestra forma de vivir y de viajar ha cambiado mucho, pero lo importante es que esa afición no cese, es más, a poder ser, se incremente, que se la inculquemos a ella también desde pequeña. Y como comentabas, los niños te enseñan a viajar y ver las cosas de otra manera, pasas del fast travel que antes muchos practicábamos sin darnos cuenta, al slow family travel, donde empiezas a valorar mucho más ciertos detalles y momentos. Un auténtico placer desvirtualizarte, saludoX!
Eras una de los blogueros que tenía ganas de desvirtualizar y lo conseguimos. Un placer haberte conocido y realmente creo que tenemos muchas cosas en común. A ver si coincidimos pronto y podemos seguir charlando slow 😉
Tranquilo, volveremos a coincidir fijo, un abrazo!
Hola,
Me encanto la presentación, diste en el clavo!!, especialmente la parte de la diferencia de los horarios con y sin niños, genial
Enhorabuena
Gracias Herminio. Tú también la hubieras clavado. Lo cierto es que el tema da mucho de sí y realmente los que somos padres sabemos que es así. Por tanto, no habría muchas diferencias entre lo que hubiéramos dicho. 😉
Saludos y gracias por asistir a la presentación de nuevo!
La charla que mas me divertí sin duda
Gracias Miguel. Divertirse de por sí es difícil por lo que doy por cumplido el objetivo de la misma.
Por todos los comentarios que escuché tras tu charla y por los que leo por aquí ahora hay consenso, fuiste de lo mejorcito. Por cómo lo planteaste, por tu sentido del humor, por tus peques y su espontaneidad…
Ojo a las consecuencias, ¡el año que viene, un baby-boom TBM! 😀
Un abrazo, nos vemos en la próxima
Ya le he dicho a Eddy que cree una sección guardería para el próximo TBM en previsión de lo que pueda venir ;D
Como me he podido reír de buena mañana, la verdad es que hubiera estado bien verte en el escenario cantar la canción, jejejeje. La presentación estuvo genial y muy animada, nos hicistes pasar un buen rato!!! Coincido contigo en que lo mejor de tener un blog es la cantidad de gente buena y con tus mismas aficiones que conoces!! Un abrazo!!! 😉
Lo de la gente estoy absolutamente convencido. Sin duda, lo mejor del blog es toda la gente que he podido conocer en todos estos años. La próxima vez creo que no me dejarán marchar del escenario sin cantar.
Muy buena la idea de hablar sobre el making of. Al fin y al cabo escribir y mantener un blog no es sólo un hobby sin que un compromiso que requiere mucho tiempo y esto cuesta cuando uno está continuamente de viaje o en tu caso es padre de familia. Gracias por compartir con nosotros tus ideas y enseñanzas y por presentarnos a los peques en el escenario! Qué has opinado ellos sobre el evento y su papel? 🙂
Para los peques aquello fue normal. Simplemente porque no estaba previsto que estuvieran allí. por tanto como decidieron ponerse por si solos, lo más normal del mundo ;D
los niños son así, imprevisibles.
Juan Antonio, yo soy otro de los fans de tu charla sobre viajes en familia wn el TBM. Me pareció muy interesante, bien expuesto todo y claro, en algunos momentos me sentía totalmente identificado. Pese al incidente del agua misteriosa, me soprendió lo bien que se portaron en el escenario tu peques.
¡Felicidades! 🙂
Salut!
sinceramente, a mí también me sorprendió como se portaron ;D
Estas cosas son imposibles de preparar y nunca hubiera dicho que iría tan bien.
Aunque dos se puede controlar, creo que tú tenías tres… y con tres en el escenario ya sería para nota 😉
Te lo dije en su momento y te lo repito aquí: hiciste la mejor presentación del TBM (con todo mi respeto hacia el resto de compañeros). Un abrazo Juan Antonio 🙂
Gracias Joseba. Viniendo de tu parte es un honor ya que tienes experiencia en esto de hacer presentaciones o asistir a las mismas. Al final creo que hablar sobre lo más importante de mi vida como es mi familia hizo que la presentación fuera así. Cuando las cosas se hacen con pasión solo hay un resultado posible 😉
Un placer leerte y poder transportarme momentáneamente al TBM. Un saludo!!!
El placer es mio viajerapordiversión. Me alegra que pases por mi blog. Espero que vuelvas de vez en cuando…