Cada comienzo de año aparecen los gurús que nos bombardean con novedades en el sector del turismo y que según ellos, cambiarán las reglas del juego del sector convirtiéndose en tendencias viajeras. Esto, de cara llenar portadas está muy bien, pero realmente luego tengo mis dudas si esas tendencias son realmente tan masivas o por el contrario son solo de unos pocos por lo rebuscadas que resultan.
En este artículo voy a comentar algunas de ellas de las que sí que estoy de acuerdo que pueden suponer un cierto referente en estos momentos.
El viaje sostenible
No sé si tendrá algo que ver Greta Thunderg pero es cierto que cada vez más los viajeros tienen en cuenta las consecuencias de nuestras decisiones viajeras tanto desde el punto de vista medioambiental como del impacto en el destino. Y me incluyo en ese grupo.
Y claro, si hemos de hablar de medios de transporte sostenible, los viajes en tren vuelven como una opción responsable y poco contaminante para los desplazamientos de todo tipo incluyendo los grandes viajes. Y es que si el viajero sigue concienciándose en relación a los viajes, el viaje en tren es uno de los sectores que solo puede crecer. Veremos si por ejemplo en España, con billetes más baratos de AVE gracias a la nueva marca AVLO, la gente comienza a utilizar este medio más para turismo que para viajes de negocios.
Ya hay quien desde hace tiempo apuesta por el turista consciente y los hoteles se van sumando a esta tendencia. Los holandeses «conscious Hotels» hacen gala de su consciencia ecológica gritando a los cuatro vientos que son hoteles ecológicos. Y es que como en la comida, ahora todo lo que lleve el sello eco parece mejor.
Ecológicos o sostenibles. Ya hay buscadores que sólo nos indican opciones sostenibles. Se habla de sostenibilidad a nivel de turismo, arquitectura o de responsabilidad con el entorno anunciando plantar árboles según objetivos. Por ejemplo, con una simple búsqueda por google me aparece Origorooms como un buscador de alojamientos apto para los amantes de lo sostenible. Y ya no es una cuestión de ecología, es casi un 360 de sostenibilidad como muestra su web:
Una opción que siempre ha estado presente como el intercambio de casas, está creciendo a ritmo de un 45% anual. Quizás para muchos no hay una forma más sostenible y experiencia de viajar que yendo a vivir una temporada como un local e integrándote de la mejor forma posible. No hay más que poner en google intercambio de casas para comprobar que las webs se están multiplicando buscando su pequeña porción de ese gran pastel que se está creando.
Y para rizar el rizo, en las tendencias viajeras tenemos los hoteles híbridos que proponen una hostelería integrada. En vez de construir grandes edificios con habitaciones aprovechan edificios en las ciudades para crear una red de alojamiento diseminado por la ciudad. Un buen ejemplo son los «Sweets Hotel» de Amsterdam. Allí tenemos nuestras habitaciones en los puentes sobre los canales de la ciudad.
No solo los alojamientos se apuntan a la moda de lo sostenible. Las propias compañías aéreas que siempre están en el centro del huracán con los cálculos de emisiones se apuntan también a la sostenibilidad con innovadores métodos.
Finnair intenta que te sientas menos responsable de contaminar si sabes que al viajar con ellos, compensan sus emisiones medioambientales a cambio de donaciones para proyectos medioambientales en Mozambique con su programa «push for change«.
Otras compañías, como KLM, están eliminando los envases de plástico de sus vuelos así como, por ejemplo, huevos o pollo criados en masa.
Y claro, siendo conscientes del impacto en las ciudades, vuelven con fuerza los destinos secundarios que nos ofrecen ese plus anti-masificación: Tolouse, Oporto o Belfast.
Buscando la experiencia individual o de grupo
Que un viaje sea experiencia es como redundante. De todas formas, debido a los cambios de la sociedad se están habilitando nuevas formas de viajar que se van a convertir en tendencias viajeras sin duda. Por ejemplo, la esperanza de vida está creciendo cada vez más y los viajes para la gente de más edad cada vez adquiere más relevancia. Por ello, los viajes familiares con un espectro mayor de edades se multiplicarán.
Lo que me pasó a mí, hace mucho tiempo, es quizás lo que se está convirtiendo en una tendencia demográfica. La primera vez que viajé en avión fue en un viaje que mi abuelo nos «secuestró a mi hermano y a mí» para llevarnos de viaje con él y pasar más tiempo juntos.
Hace tiempo que se habla del «buddymoon» que es disfrutar la luna de miel con más gente. Es un intercambio. Paso de romanticismo a experiencias enfocadas a la diversión en grupo. Actualmente la gente que se casa, ya ha hecho muchos viajes antes de casarse, por lo que parece que tenga cierta lógica que en la boda se quiera disfrutar otra forma de viajar. De todas formas, admito que solo la he visto en «celebrities». Y hace tiempo también tenemos las «minimoon» que es condensar en pocos días una luna de miel pero repleta de caprichos.
En cuanto a los viajes gastronómicos han aparecido las vacaciones veganas. Es cierto que el veganismo está creciendo. Ahora todos conocemos a alguien que es vegano. Por ello hay agencias que han creado viajes 100% veganos. El pasado verano abrió en Escocia el primer hotel 100% vegano, el Saorsa 1875. Hasta este momento solo existía la suite vegana en un hotel de Londres.
Y para acabar con viajes experienciales, una iniciativa interesante y que entra en el top de tendencias viajeras es la que ofrece alguna agencia con el nombre «Get lost«. No sabes a donde te llevarán ni lo que necesitarás. Ahora se entiende mejor el nombre del programa…
Fuente de mucha información de este post en este artículo
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