Tenía el vuelo de salida de Tánger el pasado jueves a las 12:45 de la mañana en dirección Barcelona con escala en Madrid. Llegaba a las 15:00 a Madrid y el de Barcelona partía a las 16:15. Suficiente tiempo para una escala sencilla.
Los problemas comenzaron cuando el avión de Tánger salió con hora y media de retraso. A la llegada a Madrid, evientemente había perdido el enlace por lo que me reubicaron en un avión del puente aereo dos horas y media más tarde. Insistí en que pasaba con mi maleta. La señorita de atención al cliente me dijo:
– No se preocupe, su maleta no viajará sin usted.
El avión del puente aéreo, también salió con retraso (eso es un puente. De 15 minutos en 15 de retraso y tiro por que me arrastra la corriente… decía el juego de la oca).
A la llegada a Barcelona, estuvimos esperando las maletas pero no aparecieron. Fuimos a reclamarlas a la oficina correspondiente y nos dijeron que salían en otra terminal debido a que habían de pasar la aduana.
Tuvimos que salir al exterior, y volver a pasar el control de seguridad para recoger el equipaje…
Al llegar, evidentemente en la cinta 20 no había ninguna maleta. En el correspondiente mostrador de reclamaciones comentaban sin inmutarse
– Se ha quedado en Madrid seguro!!!
Recapitulando sobre lo que me había pasado, llegué a la conclusión que las compañías aéreas nunca nos mienten. Ya me avisaron que la maleta no viajaría sin mí, pero no descartaron que yo no viajara sin la maleta, como al final sucedió.
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