Seguimos en nuestra ruta por Cantabria con niños. Poca información encontramos sobre la ruta del parque paleolítico de la cueva del valle en Rasines. A pesar de ello, decidimos visitarla ya que parecía que prometía. A priori hablaba de un mamut, una cueva del paleolítico y todo ello en el monte. Pues he de decir que deberían promocionar más este lugar ya que considero que tiene muchos ingredientes para ser un lugar de más peregrinaje viajero. De momento, tuvimos la suerte de no encontrarnos a mucha gente y la visita se hizo con mucha tranquilidad.
Cómo llegar al parque paleolítico de la cueva del valle en Rasines
No está muy bien señalizado el acceso. En las webs indica ruta del paleolítico pero en cambio no hay rastro de este nombre en el pueblo. Atravesando Rasines vimos un cartel que indicaba Cueva del Valle y ante la ausencia de más información giramos. Efectivamente, ese es el camino hasta la ruta paleolítica. Se sigue una pequeña carretera hasta llegar a un extenso párking con merenderos por lo que para los que organicéis esta visita justo antes de comer podéis hacerlo allí.
Los merenderos y los coches quedan justo al lado de la salida de la ruta.
Que ofrece la ruta de la cueva Del Valle en Rasines
En realidad se presentan dos recorridos que descubres una vez que estás allí. Ante el cartel indicativo, si vas hacia la izquierda visitas la ruta del paleolítico y si vas hacia la derecha una senda te llevará a conocer mejor la minería. Y si Cantabría en una región de sendas para pasear, esta ofrecía todos los atractivos.
Nosotros hicimos ambos recorridos. La ventaja es que se parte justo del puntos medio de los dos por lo que más o menos ambos recorren la misma distancia.
El sendero paleolítico de la cueva Del Valle
Todo está perfectamente señalizado y la dificultad es inexistente por lo que se puede realizar con los más pequeños. Incluso vi a una pareja con un carrito. Durante el recorrido hay paneles explicativos sobre lo que nos vamos encontrando.
En uno de ellos nos explican cómo se forman los manantiales y detrás justo te encuentras como brota uno desde la montaña.
La cueva del Valle constituye una importante surgencia de una red subterránea de más de 60 kilómetros de galerías y conductos. Hay un conducto principal de carácter estacional, pero hay además una serie de pequeñas surgencias o manantiales en su entorno inmediato que liberan de manera más regular las aguas del sistema subterráneo o Karst. Estas aguas son las responsables de la existencia de un rico biotipo entorno a la cavidad y que son aprovechadas para el abastecimiento de Rasines.
Se camina durante unos 20 minutos como máximo hacia la cueva del valle a un ritmo lento atravesando parajes de cuento.
Finalmente se llega a una zona en la que un río se contornea y en el centro se puede ver un mamut.
Está claro que es uno de los puntos importantes de la ruta para los niños ya que las fotos caen seguro.
En los paneles siguen las explicaciones del entorno esta vez sobre la fauna de la edad del hielo en la zona.
Seguimos bordeando el río hasta llegar a la estrella del recorrido: la cueva del Valle
La cueva del valle en Rasines
Con lo difícil que es encontrar una cueva para visitar a tu aire, nos sorprendió poder entrar en una apertura tan grande e imaginar cómo los hombres del paleolítico vivían en ella. Impresiona la primera vez que aparece ante nosotros. Hace al menos 1500 años, el hombre descubrió la cueva del valle. Desde ese momento, y a lo largo de unos 8000 años, este lugar fue usado como refugio por los recolectores del paleolítico. El recorrido de la cueva del Valle en Rasines acerca al mundo de la glaciación y cómo era la vida cotidiana de las gentes que vivieron en este lugar durante el final de la glaciación y el inicio del hologeno. En la zona hay muchos vestigios, herramientas de silex, hueso y asta, restos de hogares y alimentación.
Dicen que la cueva se alarga en su interior durante más de 60 kilómetros. Hay una galería en el a la izquierda que accede a la zona donde aún se conserva el yacimiento arqueológico y el río silencio no lo ha erosionado en exceso. Una vez dentro, es mucho más grande de lo esperado.
Paseamos con la linterna por el interior y descubrimos que se puede hacer un recorrido circular. Para ello, no hay que entrar por el acceso más a la izquierda. si penetras por el de al lado más cercano al centro llegarás a una cámara que se encuentra justo detrás de la entrada y que te permite salir otra vez por la derecha. Pero en este recorrido puedes observar formaciones calcáreas vírgenes y las gotas de agua que se filtra brillan con la luz de la linterna creando un ambiente mágico. Además, al saber que estás allí tú solo y tener la cueva para ti es un lujo que pocas veces podrás disfrutar y con tus hijos.
Al salir de la cueva, volvemos a la temperatura ambiente que es bastante más elevada que en la cueva. Miramos hacia atrás comentando la buena suerte que habíamos tenido de elegir esta ruta.
La ruta de las minas en la cueva del Valle
Cualquier parada de nuestra Cantabria con niños da mucho de si. Y concretamente este recorrido por el parque paleolítico de la cueva del Valle es un buen ejemplo. Si hace un momento dejamos atrás el paleolítico ahora es hora de recorrer el mundo de la mineria. Esta segunda ruta complementaria a la primera está compuesta por los siguientes puntos de interés:
- Mina «Constante»
- Lavadero de mineral
- Horno de cal
- Horno de Dolomía calcinada
- Cantera (explotación a cielo abierto)
- Mirador de la Mies de rasines
- Lavadero de la cantera.
Es una ruta quizás menos infantil que la anterior pero que puede tener su interés sobre todo a los paneles que siguen informando de todo el recorrido.
Mina «constante»
El primer punto del recorrido (dirección a la cueva) cerca del punto de partida y se puede ver la antigua mina «Constante».
Algunas minas de la zona tienen un origen romano con el interés histórico que representa.
El horno de cal y el horno de dolomía calcinada.
En esta ruta nos encontramos dos hornos. El primero de cal se construyó debido a la interrupción de las comunicaciones debido a la guerra civil y la necesidad de producirla para el consumo local. tiene 7 metros de altura y 4 de diámetro. Existe un cinto de hierro que rodea el horno para evitar que se abriera debido a las altuas temperaturas alcanzadas durante el proceso de cocción.
Asimismo, el horno de dolomia calcinada se utilizaba para conseguir cristales grandes de óxido de magnesio y óxido de calcio. la materia prima -dolomía- se obtenia en las numerosas canteras de los alrededores. El material se pasaba por máquinas trituradoras y se seleccionaba antes de ser introducido en el horno.
En las inmediaciones se pueden ver los restos de la actividad que había en el lugar. Estos hornos daban trabajo a la población y el lugar estaba más concurrido que en nuestros días que solo es visitado por turistas.
La cantera
Llegamos en nuestro camino hasta la cantera a cielo abierto.
El lugar, no tenía mucho interés para los niños y quizás lo mejor es el recorrido hasta llegar allí. Tanto en un recorrido como en otro, sin duda, lo que marca en estos momentos nuestro recuerdo es el paisaje cántabro donde cada camino está hecho para disfrutarlo.
Fueron dias que queríamos que se alargaran y en el que el camino no hubiera terminado nunca si de nosotros hubiera dependido.
Volvimos de nuevo al punto inicial con la mochila cargada de nuevos aprendizajes para nuestra Cantabria con niños de la cueva del Valle en Rasines.
juan ramon dice
me parece genial, lo habeis descrito muy bien, e iremos a conocerlo, un sitio que no sabia de su existencia, gracias.