La Costa de Estoril es un lugar mágico en el que nos podemos encontrar desde monasterios escondidos como el de los Capuchos, pueblos con encanto como Cascais, playas y acantilados infernales o como en este post presento, palacios de ensueño.
Cómo llegar al parque Nacional da Pena
Cómo veis hay muchos motivos para visitar la Costa de Estoril y las cortas distancias que hay en Portugal hace que podamos visitar muchos lugares en poco espacio de tiempo. O lo que es lo mismo, disfrutar más de las visitas gracias a lo que nos ahorramos de tiempo de coche.
El palacio está en Sintra que es una población de la zona de Costa de Estoril. Allí, existe una red de parques, palacios y monumentos muy importante por lo que podéis invertir más de una jornada en esta ciudad. Sintra se encuentra a apenas 30 kilómetros de Lisboa y como veis en la captura siguiente, en solo media hora llegas al parque Natural de Sintra-Cascais.
Entrar al palacio da Pena
Una de las cosas que me llamaron la atención es que no vas a visitar únicamente un palacio. Existe una oportunidad de disfrutar de la naturaleza en todos los alrededores del palacio. No hay que olvidar que se encuentra dentro de un parque natural donde el color verde inunda los paisajes.
Ya justo en la zona que dejamos el coche hay una zona de aparcamiento. No es posible llegar en coche hasta el palacio y hay que coger un transfer que pasa cada 15 minutos. Este servicio tiene un coste de 2€.
Las tarifas de entrada al Palacio se dividen en si quieres ver el palacio, el parque o ambos. La entrada al parque son 6 euros y el combinado del parque más el palacio son 11 euros. Hay un pase familiar por 38 € que te ahorras algo. Este es el cuadro de tarifas.
El medio de transporte es curioso como podéis ver en la foto.
En las cercanía se vislumbraba lo que era el parque del Palacio.
Ese día tuvimos el problema de la niebla. Realmente era muy densa y todas las fotos fueron complicadas. Por eso, acompaño este post también con fotos que no hice yo y cuyos autores tenéis al final del post. Era una cuestión de necesidad ya que si es por mis fotos, especialmente de los exteriores, sería imposible hacerse una idea del palacio.
Historia del Palacio da Pena en Sintra
Hay varios periodos de ocupación del palacio.
- Entre el 1838-1885 – D. Fernando II. Es posible que en la década de 1840 D. Fernando pernoctase en el Palacio de la Pena todavía en construcción. Solo a partir de la década de 1860 el palacio se encontrará habitable, bastante después de la muerte de doña María II, en 1853. El traslado de los previstos aposentos reales del torreón al monasterio debe remontarse a esa época.
- 1885 – 1890. Condesa d’Edla. El rey D. Fernando legó toda la propiedad de la Pena a su segunda mujer, la Condesa d’Edla. La mala acogida de esta decisión hizo que se negociara la propiedad del palacio con la condesa que acabó con la transacción a cabo de pocos meses de la muerte del rey D. Luís, lo que explica que este monarca no haya llegado a habitar el palacio. El acuerdo preveía que la condesa mantuviese el usufructo vitalicio del chalet del Parque de la Pena.
- 1890 – 1908. D. Carlos I y Dª Amélia. El rey D. Carlos, casado con D. Amélia de Orlaes, estuvo en el palacio con frecuencia durante los veranos. Aquí le visitaron figuras ilustres como Eduardo VII de Inglaterra, en 1903. Ocupó la planta inferior del claustro del antiguo monasterio mientras que la reina ocupó la antigua habitación de D. Fernando en la planta noble.
- 1908 – 1910. D. Manuel II. Después del asesinato del rey D. Carlos y del Príncipe Real en 1908, el palacio pasó a manos de D. Manuel, rey de Portugal. Fue especialmente su madre Dª. Amelia la que pasó grandes temporadas en el palacio hasta la implantación de la república en 1910. A partir de ahí, fue designado como Palacio Nacional de la Pena y fue abierto al público al año siguiente.
Visitar el Palacio da Pena en Sintra
El recinto es grande y es mejor tener el mapa a mano para conocer los puntos de interés. También hay una app interesante que os podéis descargar y os ayudará durante la visita identificando los puntos de interés. Este es el mapa del recorrido del castillo:
Tal y como indica el mapa, este palacio es una expresión máxima del romanticismo en el siglo XIX en Portugal. También es patrimonio mundial por la Unesco desde el 1995. Declaró toda la sierra de Sintra patrimonio cultural de la humanidad y por tanto, el lugar donde se localiza el palacio y el parque. Fue construido por el príncipe Fernando II de Portugal que en una visita con Maria II de Portugal se enamoraron de la zona y mandó construir el palacio en 1936. Fue durante años la residencia de verano de la familia real portuguesa por lo que acogió interesantes colecciones artísticas.
En el palacio me gustaron los portales que hay. Grandes puertas que dan acceso a los diferentes espacios y a cual más bonita. En algunas de ellas hay motivos alegóricos como por ejemplo el pórtico de Tritón en alegoría a la creación del mundo. El tal Tritón era mitad humano y mitad pez. Vamos, que nadaba mejor que yo…
En la siguiente foto se puede ver uno de los recintos exteriores. Como podéis apreciar, los colores son fundamentales en toda la decoración exterior.
Siguiendo con los pórticos, por ejemplo el de la entrada principal también tiene un estilo completamente diferente al resto. Se accede a él por una cuesta que gira un par de veces.
Otro pórtico espectacular es el de la fachada principal. En éste destacan los azulejos multicolores que recubren toda la fachada reproduciendo un modelo geométrico morisco.
Una vez dentro del palacio, también hay zonas donde deslumbran los azulejos.
En su interior se puede pasear a través de los aposentos reales como son las habitaciones, el comedor o incluso el baño. Es una visita curiosa de ver.
Una de las estancias más mencionadas es el salón árabe.
Este romántico palacio tiene infinidad de detalles en cada una de las estancias. Por ejemplo las lámparas tienen especial protagonismo:
En la parte del antiguo monasterio destaca el claustro manuelino del siglo XVI. Esta es una de las partes que se conservan con los azulejos hispano-árabes.
En la tienda del palacio, Pau adoptaba un aspecto más de castillo que de palacio, pero bueno…
Mientras fuera, la niebla se hacía cada vez más espesa. Realmente costaba ver el aspecto exterior y era una lástima ya que sabíamos que desde el palacio se tienen una vistas excepcionales de la zona.
Los parques en los alrededores del Palacio de Pena
El lugar en el que se encuentra el palacio nos sorprendió por la cantidad de vegetación que había y lo bonitos que eran. Unos caminos entre el bosque que invitaban a perderse en ellos.
Un lugar mágico hasta el más pequeño detalle…
Por tanto, si disponéis de una mañana y queréis desconectar de la ciudad (si estáis alojados en Lisboa) os aconsejo que os acerquéis a este lugar con tanto encanto.
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