Se que el título no da excesivas pistas sobre el tema de este post. Pero no he podido resistir publicar una breve reseña sobre esta historia.
Por un lado está la multinacional que lanza una campaña de wifi gratis en los 158 restaurantes de país convirtiéndose en el proveedor gratuito de internet más grande de país. Aquí teníamos que sospechar, ya que viviendo en España sabemos que en una misma frase «internet» y «gratis» no puede convivir sin que exista letra pequeña (y que pequeña que es a veces, pero esa es la peor…)
Esta vez la «letra pequeña» tenía un efecto censor. Cuando los usuarios comenzaban a navegar, había una serie de páginas que no se mostraban. ¿problemas de tráfico en ese momento? ¿Había caído la página? debían pensar los usuarios…
Lo que ya no tenía explicación es que curiosamente todas las páginas de temática gay eran las que sufrían el bloqueo.
Además, si querías leer en la enciclopedia el significado de «sexo» también tenías problemas.
Macdonald’s lo justifica diciendo que son restaurantes «dirijidos a la familia«.
Por tanto, para el McDonald’s debe de ser más familia la de un grupo de zebras en el Serengueti que una pareja homosexual con un hijo («bueno, lo de tener un hijo ya debe hacer saltar el router de la conexión»)…
Y lo del sexo, para que hablarlo en familia, ya aprenderá el niño estudiando la polinización de las plantas.
Muy mal, Sr. McDonald’s. Además, el payaso lo encuentro siniestro, siniestro. Tendría que salir del armario un día reconociendo que es homosexual…
Bueno, mi apoyo al movimiento gay de Nueva Zelanda.
Fuente: 3news.co.nz
Los otros días en Fitur comprobé que ya se están organizando viajes para gays, desde luego, una cuestión que a mi parecer no me resulta relevante. A mí los viajes que me gustan son los de ecoturismo