Ayer fué noche de reyes. Hoy es día de resaca. Hay que recoger adornos varios después de las fiestas y mentalizarse para reanudar el trabajo mañana (que bien se está sin trabajar!!). Hasta aquí todo sería normal de no ser por ese incesante ruido a ritmo constante que me lleva atormentando varias horas. Cuando creo que se desvanece aparece otro desgarrador sonido chillón que se me clava en los oídos, mas estremecedor que el primero y acompañado de unos gritos (creo que de origen humano).
Al final, voy a desear que se acaben las vacaciones unas horas antes para poder huir de este «infierno«. Es más, no se si lo que estoy escribiendo tiene sentido puesto que no puedo prestar la más mínima atención debido al pánico …
Pero realmente, ¿una noche de reyes puede cambiar la vida familiar?
La respuesta es sí. Si lo queréis comprobar solo tenéis que regalar un tambor, dos guitarras y un micrófono con amplificador a un niño de dos años.
Nota: Si este es mi último post, es que no sobreviví. En ese caso, gracias a todos por haber seguido este blog en algún momento…
– pun, pun, pun…
– noooooooo!!!
unjubilado dice
Pero a quien se le ocurre regalar todas esas cosas. Si con una cría de elefante barritando (llamando) a su madre hubiera sido lo mismo pero mas ecológico.
O la memoria me falla o esta presentación te la han traido los Reyes, perdón en January 1
Saludos
somos dice
ha sido una conspiración familiar en contra mía. Sin duda!!!
Ya veía la família murmurando últimamente… Algo muy gordo he de haber hecho para recibir semejante castigo!!!
nota: prometo cambiar lo de january por enero que suena mucho mejor…
geminisdespechada dice
anda, el jubi por aquí!! al final somos una gran familia..
no te quejes, si me llegan a traer eso a mí, habría dado la brasa tres días seguidos por lo menos 🙂
SOMOS dice
Pués lo mismo pensé cuando ví a unjubilado por tu blog … ya que lo tengo en mi lector de RSS desde hace tiempo.
Regalarte eso a tí hubiera sido como echar dinamita al fuego!!!