No es la primera vez que os doy la oportunidad de participar de forma gratuita en un master en toda regla sobre el mundo del turismo de playa. Vivo cerca de Salou y las circunstancias me otorgan una experiencia equivalente a un doctorado en cualquier universidad. He decidido recopilar todo este conocimiento en varios capítulos durante este verano y de esta forma hacer una vacaciones blogueras con olor a mar y un poquito de humor.
En este primer capítulo vamos a hablar del foso, ese gran aliado del playero dominguero y enemigo de las olas más incómodas. Por suerte, hemos contado con un maestro de este arte que al cabo de los años ha conseguido perfeccionar la técnica. Realmente ha sido una inversión monetaria importante contar con él para esta master class pero estoy seguro que lo valoraréis por las fotos con las que nos ha premiado.
En la siguiente foto podéis ver que la técnica se basa especialmente en un elemento clave: la pala de plástico. (Nota: podéis substituirla por otra que no sea verde y azul. El color no es determinante.)
![](https://somosviajeros.com/blog/wp-content/uploads/2011/06/20110619_ciencias-playeras-1.jpg)
Fijaos en el grado de curvatura de la espalda que ha de formar 45 grados con la vertical según me comentaba el maestro. Además el agarre de la pala ha de ser perfecto. Lágrimas en los ojos al ver la técnica tan depurada que nos muestra nuestro maestro en turismo de playa (de amarillo en la foto por si alguien tenía dudas).
La principal dificultad de esta técnica es conseguir una profundidad adecuada y que el foso sea en la medida de lo posible una línea recta. (esto último por cuestiones estéticas).
Y ahora viene la parte más importante y de difícil comprensión. Fijaos con detenimiento en la siguiente fotografía en la que he trazado una serie de variables a tener en cuenta:
![](https://somosviajeros.com/blog/wp-content/uploads/2011/06/20110619_ciencias-playeras-2.jpg)
La teoría dice que una vez trazado un foso B, el agua únicamente podrá ocupar el área verde (A) y nunca ha de llegar al área C. Por otra parte, si situamos las sillas en C lo más alejadas posible de B, estamos maximizando nuestra área de ocupación (como los dos egoístas de la foto) y por tanto el valor de nuestra parcela playera se está revalorizando. En el centro geométrico de nuestro territorio protegido C se sitúa la sombrilla.
Al final del curso sobre turismo de playa habrá examen por lo que no esperéis al último día para memorizar estas fórmulas.
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