Dicen que un city-break es una escapada de pocos días a una ciudad. En algún post ya hablaremos sobre lo que considero imprescindible para que un destino sea considerado un «City Break» top. Lisboa parece que siempre lo ha sabido. Por ello, tiene una lista de nominaciones y premios en esta categoría de mejores escapadas urbanas.
Yo pasé por ella apenas un día y pico pero suficiente para enamorarme de esa Lisboa de fados que cantan la melancolía portuguesa con el mar siempre de fondo.
Lisboa es una ciudad de postales. Imágenes que te quedan y quizás por eso, aunque hayas estado unas pocas horas, la sigues recordando como esa melodía pegadiza que te ronda la cabeza y no sabes el motivo.
Pero pensándolo bien, hay muchos motivos por los que Lisboa se te graba por mucho tiempo. Por ejemplo, allí nos encontramos unos de los tranvías más fotogénicos del mundo circulando por sus calles.

Siguiendo con las postales de Lisboa, hemos de pararnos ahora en una de las formas más curiosas y bellas de unir dos barrios como son los de Baixa Pombalina y Chiado. El elevador de Santa Justa es una estructura de 45 metros completamente de hierro que se ha convertido en uno de esos lugares que si no subes no se creerán que hayas ido a Lisboa. Y aparte de unir dos barrios, hay que pararse en su excelente mirador.

Y si nos vamos hacia el mar siempre acabaremos en la Praça do Comercio que es la puerta principal de la ciudad. Mirando al mar, claro.

Desde esta plaza, puedes pasar a la Rua Augusta pasando por su famoso arco, que podemos admirar desde debajo o subiendo a la parte superior, donde se obtienen las mejores vistas de la Praga do comercio.

Pero Lisboa es una ciudad para pasear. Plazas muy abiertas como la de Rossio, en una de las zonas más animadas de la ciudad y lugar de encuentro de lisboetas y visitantes.

E igual te encuentras una fuente como arte urbano en sus calles.

Y hasta un castillo tiene Lisboa. Como no, un castillo en el mar. La torre de Belem era una torre defensiva que pronto tuvo otros menesteres más atractivos que la de defensa. Sin duda, uno de los lugares más fotogénicos de la capital portuguesa.

No me olvidaré de uno de una de mis tentaciones cuando voy a Portugal. Su excelente gastronomía que también se nutre del pescado hará las delicias en una de esas comidas o cenas en cualquiera de sus barrios típicos. Eso sí, para tentaciones, las que despiertan los pasteles de Belem que hace que la tienda donde se venden tenga más colas que cualquier discoteca de moda.

Para acabar, vuelvo a reiterar el encanto de esta ciudad para cualquier tipo de escapada. Desde familiares, culturales o románticas. Sino, que se lo digan a esta pareja que conseguí fotografiar…

Y para que todo el tiempo que estés en Lisboa todo sea una experiencia perfecta, recuerda reservar un hotel que se adapte a tus necesidades. Por eso, quizás el buscador de Expedia hoteles sea una de las mejores opciones para encontrar ese hotel perfecto para ti.
¿Cuantos días son recomendables para visitar la ciudad? Tengo unos amigos que fueron el verano pasado y me dijeron que 3 días se les hizo corto para visitar la ciudad y sus alrededores. Gracias
Yo estuve tres días con mi pareja y guardo un recuerdo maravilloso. Recorrimos a pie y en tranvía la ciudad, nos encanto.
Impresionante el elevador, creo que todos los que hemos ido a Lisboa nos hemos hecho la foto ahí jajaja
Un saludo!