¿Te gustaría navegar por el río subterráneo más largo de Europa y descubrir las maravillas que esconde bajo tierra? Si la respuesta es sí, no puedes perderte las cuevas de Sant Josep, un lugar único y fascinante que te sorprenderá por su belleza y su historia. En este post te contamos todo lo que necesitas saber para visitar las cuevas de Sant Josep, situadas en el municipio de Vall de Uxó, en la provincia de Castellón.
Cómo llegar
Las cuevas de Sant Josep se encuentran en el paraje natural del mismo nombre, en el municipio de Vall de Uxó, a unos 30 kilómetros al sur de Castellón. Se puede llegar fácilmente en coche por la autopista A-7 o por la carretera nacional N-340. Una vez en Vall de Uxó, hay muchas señales que indican cómo llegar al aparcamiento gratuito que hay junto a las cuevas.

También se puede llegar en transporte público desde Castellón o Valencia. Hay autobuses regulares que conectan estas ciudades con Vall de Uxó, y desde allí se puede tomar un taxi o un autobús urbano que lleva hasta las cuevas. Otra opción es ir en tren hasta las estaciones cercanas de Nules, Moncófar o Almenara, y desde allí tomar un taxi o un autobús interurbano.

Una vez allí hay bastantes tiendas y restaurantes como para poder desayunar (como fue nuestro caso) o comer sin problemas en la misma área de las cuevas.

Historia de las cuevas de Sant Josep
Las cuevas de Sant Josep son un sistema de cuevas naturales formadas hace millones de años por la acción del agua sobre la roca caliza. El río subterráneo que las recorre tiene una longitud de más de 2.750 metros, de los cuales se pueden visitar unos 800 metros en barca y a pie.

Las cuevas son conocidas y habitadas por el ser humano desde hace unos 17.000 años, como lo demuestran los yacimientos arqueológicos y las pinturas rupestres encontrados en la entrada. Estos restos están declarados Bien de Interés Cultural y Patrimonio Mundial de la UNESCO.

A lo largo de la historia, las cuevas han despertado el interés y la curiosidad de muchos exploradores, historiadores y científicos. La primera exploración conocida se realizó en 1902, cuando dos grupos de vecinos llegaron hasta la Boca del Forn, un estrecho paso que marcaba el límite de la parte accesible. En 1926, otro grupo superó este obstáculo y alcanzó el Lago de Diana, pero se encontró con otro impedimento: la Galería de los Sifones, una zona inundada que solo se podía atravesar buceando.
En 1950 se iniciaron las obras de acondicionamiento de la cueva para facilitar las visitas turísticas. Se dragó el río, se construyó una presa, se amplió la Boca del Forn y se instaló iluminación artificial. Desde entonces, las cuevas han recibido miles de visitantes cada año, que quedan maravillados por su espectáculo natural.
Como curiosidad, aún no se sabe desde donde fluye el agua que recorre las cuevas. Ha habido intentos de marcar agua con algún colorante en ríos cercanos pero hasta hoy sigue siendo un misterio el origen del agua.
La visita
La visita a las cuevas se realiza en dos partes: una en barca y otra a pie. La duración total es de unos 45 minutos y el precio es de 14 euros para los adultos, 10 euros para los jubilados, pensionistas, estudiantes y discapacitados, y 8 euros para los niños entre 1 y 13 años. También hay descuentos para familias numerosas y grupos
Mejor llevar comprada la entrada desde casa porque es habitual que estén muy concurridas.

La primera parte consiste en navegar por el río subterráneo en unas barcas guiadas por un remero que va explicando las características y curiosidades de la cueva.

Durante el recorrido se pueden admirar las impresionantes formaciones de estalactitas y estalagmitas que cuelgan del techo o emergen del agua, así como algunas rocas que tienen formas sorprendentes que recuerdan a animales o personas.




La segunda parte consiste en caminar por una zona seca de la cueva, donde se pueden ver restos arqueológicos y fósiles que dan testimonio de la antigüedad y la importancia histórica del lugar.

Seguidamente se vuelve a coger la barca para volver ya ininterrumpidamente por el rio subterráneo de nuevo.




La visita a las cuevas de Sant Josep termina con un espectáculo de luz y sonido que se realiza en una sala amplia y profunda donde se proyectan imágenes y música relacionadas con la cueva. Es un momento mágico y emocionante que pone el broche final a una experiencia inolvidable.
Otras actividades en las cuevas de Sant Josep
Además de la visita convencional, las cuevas ofrecen otras actividades más aventureras para los que quieran vivir una experiencia diferente. Una de ellas es el espeleokayak, que consiste en explorar el río subterráneo en kayak, con un equipo especializado y un monitor que guía el recorrido. La actividad tiene una duración aproximada de dos horas y media y un precio de 35 euros por persona. Es necesario reservar con antelación y tener más de 8 años.

Otra actividad es el concierto en barca, que se realiza los viernes por la noche en temporada alta. Se trata de disfrutar de la música en directo de artistas reconocidos mientras se navega por el río subterráneo. El precio es de 25 euros por persona y también es necesario reservar con antelación.
Conclusión
Las cuevas de Sant Josep son un lugar único y fascinante que no te puedes perder si visitas la Comunidad Valenciana. Te sorprenderá la magia y el encanto que esconde este rincón natural bajo tierra. Además, podrás disfrutar de otras actividades que harán tu visita más divertida y emocionante.


En la página oficial tienes más información.
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