Cuando comento que viajando con niños la diversión ha aumentado, muchos me miran escépticos y pensando que posiblemente lo diga ya que queda bonito de cara a la galería. Pues se equivocan, lo digo porque estoy convencido de ello. En este post, os demostraré que la imaginación de los niños puede ser un gran aliciente en el viaje para los adultos.
Y efectivamente, hoy no hablo de motivación del padre hacia el niño, sino todo lo contrario. El niño también puede motivar y hacer que el padre de «parta» de risa. Estas son algunas situaciones que me he encontrado y que ha conseguido que recuerde esos días con una sonrisa dibujada en mi cara.
El príncipe
En el primero de los ejemplos encontré a mi hijo Pau (6 años) inmóvil mirando a un punto concreto en la ciudad francesa de Colliure. De repente me miró preguntándome:
– Papá, ¿ese es un príncipe? tiene las piernas rosas…
Yo, que iba armado con mi cámara miré hacia el mismo lugar y pude fotografiar esta escena.
Total, que él con 6 años tiene una visión mucho mejor que la mía de donde hay fotos interesantes 😉 Está claro que esos príncipes de cuento vestidos con medias le han dejado marcado. No me extraña…
De otro planeta
En el segundo ejemplo, tenía delante mío esta escena. Aparentemente, todo normal. Un motorista mirando un mapa en la ciudad Alemana de Konigssee en plenos alpes Alemanes.
Pau reclamó mi atención y me comentó:
– Papá, ese astronauta se ha perdido…
Sinceramente increíble como la misma escena yo la veía como la foto anterior, pero un niño la ve exactamente así.
La imaginación del niño ve más allá de lo que nosotros podemos observar. Él ve hasta el cohete…
Tengo más ejemplos que seguiré publicando. Pero sirva este primer avance como un ejemplo claro que si estamos atentos a los niños en los viajes os aseguro que os reiréis mucho, mucho. Espero que ahora entendáis un poquito mejor los motivos por los que siempre digo que viajar con niños es una divertida experiencia viajera.
Babyboom dice
La verdad es que después de oír tu charla en el TBM tengo claro que sí que debe ser divertido viajar con niños, lo del astronauta es muy bueno, todavía sigo riendo, jejejeje. Un abrazo!!! 😉
M.C. dice
Qué gracioso lo del astronauta jejeje si es que con los peques se puede pasar muy bien.
Edu y Eri dice
A todos los que aun no tenemos hijos nos has acelerado el reloj biológico. Tiene que ser divertidísimo viajar con niños!
somos dice
Hola Edu y Eri. No pretendo acelerar las cosas ;D disfrutad y tener en cuenta que después de la etapa «viajamos solos» la de «viajamos con peques» es igual de motivadora y divertida (o más) 😉
Sergio dice
Lo único malo de viajar con niños es que la espalda y las cervicales sufren más, eso del caballito mata a cualquiera y más cuando tienen que hacer turnos para montarte y tú eres el único que no hace turnos…
Pero aparte de ese «pequeño incoveniente» compartir las vacaciones con ellos es genial y tienes razón, es todo un espectáculo contemplar los viajes y los lugares desde su inocente e infantil perspectiva
Saludos fiera
somos dice
Gracias Sergio. A pesar de los inconvenientes que comentas su perspectiva infantil es increíble. Sobre todo me sorprende como construyen historias de objetos comunes. De esta forma, nunca un viaje será un fracaso. En eso nos ganan…