Escribía hace poco en relación a músicos que se habían hecho virales gracias a tocar en un aeropuerto. Pero los aeropuertos dan mucho de sí. En realidad son una fuente inagotable de historias que merecerían una sección en el blog. Por eso, en este post tenéis un resumen de algunas que han captado mi atención.
Con faldas y a lo loco
El aeropuerto que ha tenido un mayor conflicto con las faldas ha sido el aeropuerto de Barcelona. Cuando inauguraron su nueva terminal, parte del suelo de la zona comercial ofrecía un magnífico aspecto reluciente negro. En realidad era tan reluciente que era como un auténtico espejo creando un inesperado problema.
Al poco de inaugurarlo las primera viajeras comenzaron a percatarse del problema. Muchas se alegraban del hecho de ir con pantalones y otras directamente pensaban que se les podría ver la ropa interior. Esta semana he vuelto a viajar utilizando el aeropuerto de Barcelona por lo que me fijé en el aspecto del suelo. Es el mismo pero directamente han dejado de pulirlo (al menos recientemente). Por tanto, de momento no hay peligro de que mirones con móviles puedan sacar fotos comprometidas.
Vacas en la terminal
El aeropuerto de Zurich está siempre entre los mejores del mundo. Y en las primeras posiciones de esa lista siempre están los que intenta que la experiencia del pasajero sea la mejor posible. Si encima, pueden vender el país pues mucho mejor. Pero si he de acordarme de algún detalle de este aeropuerto es el trenecito que te traslada de una terminal a otra. Allí, para entretenerte en el trayecto se oyen sonidos típicos de Suiza. Y han elegido sus montañas como protagonistas por lo que hay un mix de vacas, cantos tiroleses y animaciones en el interior del túnel. Este es el video en el que se puede apreciar. Cuando vas en el tren se oye mucho más de lo que se aprecia en el video.
https://youtu.be/gbypBR55tqo
El agua a precio de oro
Esto no es una historia sino una triste realidad. No sé quien ha pensado que todo el mundo que viaja es rico pero parece que ha tenido éxito esta idea y se extiende en todos los aeropuertos. Si no fuera así, nunca entendería que una botella de agua cueste más de 3 euros en muchos aeropuertos.
De todas formas, sobre el agua he de hacer una mención especial a algún aeropuerto como el de Shippol en Amsterdam que tiene pequeñas fuentes donde se puede beber. Lo has oido bien, cuando menos es insólito… Otros, como alguno de estados unidos tiene un dispositivo para llenar las botellas después del control de seguridad. Es absurdo, lo sé, primero las vacías antes del control de seguridad y luego las llenas al pasarlo.
Cuestión de tiempo
Siguiendo con el hilo de los altos precios nos vamos a las tiendas de lujo que hay en muchos aeropuertos. Es habitual encontrar tiendas de relojes, y algunas de estas tiendas son realmente exclusivas. Además es un producto fijo en los catálogos de las compañías aéreas. El reloj y el aeropuerto siempre irán de la mano. Quizás es el lugar donde más pendiente estamos de la hora.
Y como todos somos ricos a los ojos de algunos, está claro, que de repente antes de coger el avión piensas que te falta un reloj y te compras uno de 1000 euros (como poco). Y fue en un aeropuerto donde me pregunté por primera vez ¿porqué los relojes siempre marcan las diez y diez minutos?
Hay varias teorías que os paso a relatar:
1) Wikipedia dixit:
10:08, 8 minutos después de las 10, es la hora aproximada que exhiben los relojes de pulsera análogos en la mayoría de los avisos publicitarios; de hecho varía entre las 10:08 y las 10:10. Las compañías fabricantes ofrecen diversas razones, muchas psicológicas, y ninguna verificable como el origen real de esa práctica.
2) Teoría friki fin de semana (esta me gusta)
Si la gente pudiera seguir durmiendo cuanto quisiera, se despertaría a eso de las diez de la mañana. Por lo tanto, 10:08 es asociado con la distensión y el relax del fin de semana.
3) Teoría verosímil.
La posición de las agujas no oculta el logo de la compañía.
4) Teoría rebuscada
Si se dibuja un rectángulo inscripto en el círculo desde los puntos señalados por las agujas, los lados de ese rectángulo se aproximan a la razón áurea.
5) Teoría positiva
La forma de las agujas tiene reminiscencias positivas, porque es similar a un smiley sonriente.
6) Teoría científica.
– Se ha descartar las horas en que se superponen las agujas o están muy próximas por temas de estética
– Se descartan las horas en que las agujas se oponen. Parecería una flecha atravesando el reloj.
– Se selecciona un ángulo de 120 grados (360/3) como el más adecuado.
– Puesto que los cuartos en algunos diseños se substituyen por los números o símbolos se descartan las horas donde la aguja coincida con esta posición y pudiera tapar el símbolo.
– Descartamos las que están “mirando” hacia abajo por connotaciones negativas.
Al final solo queda una hora que podamos elegir. Adivina cual. Las 10:10
Publicidad craneal
Seguimos con el ámbito comercial. Los aeropuertos son lugares donde la publicidad nos invade. En este sentido, la iniciativa más disparatada de los últimos años tuvo lugar en Nueva Zelanda hace ya algunos años. Allí, vieron que la gente donde más tiempo pasaba era en las colas y por tanto, lo que más veías era la cabeza del que tenías delante. Por ello, no se les ocurrió otra cosa que hacer un casting de cabezas rapadas para hacerles un tatuaje que duraba sobre unas dos semanas. En el tatuaje la compañía quería poner mensajes sobre los cambios en el sistema de facturación o lo que se precie. Por todo ello, pagaban 1000 dólares en efectivo.
Aeropuerto para vivir
Quizás una de las historias más famosas acontecidas en aeropuertos es la de Mehran Karimi Nasseri y del que se hicieron al menos un par de películas. Una de ellas, sin duda es la más famosa ya que contaba con Tom Hanks y Caterice Zeta Jones: La terminal.
La historia del refugiado iraní Nasseri se puede resumir en un devenir por diversos paises de Europa buscando asilo. Al final sus peticiones se hicieron realidad cuando el 7 de Octubre de 1980 Naciones Unidas le dieron la condición de refugiado en Bélgica. En 1986 decisión mudarse al reino unido. Allí, explica que fue asaltado y su bolsa se la robaron mientras esperaba en el andén de Charles de Gaulle. Consiguió llegar a Heathrow, pero allí al no disponer de la documentación adecuada le devolvieron al aeropuerto de partida. Al llegar de nuevo a Francia y no poder demostrar su identidad fue trasladado a la zona de espera, una zona dedicada a los viajeros sin papeles.
Estuvo en el aeropuerto viviendo desde el 8 de Agosto del 1988 hasta julio de 2006.
El 7 de octubre de 1980, su petición de asilo fue aceptada por el alto comisionado de las Naciones Unidas para los refugiados en Bélgica. Nasseri vivió en Bélgica hasta 1986, cuando decidió mudarse al Reino Unido. Afirma que fue asaltado y su bolsa fue robada mientras esperaba en el andén para ir al aeropuerto Charles de Gaulle a coger un vuelo hacia Heathrow. Nasseri consiguió tomar el avión pero al llegar a Heathrow sin la documentación necesaria, los oficiales de Heathrow le mandaron de nuevo al Charles de Gaulle. Nasseri fue incapaz de probar su identidad o su condición de refugiado a los oficiales franceses así que fue trasladado a la zona de espera, una zona dedicada a los viajeros sin papeles.
La película se estrenó en el 2004 y la productora Dreamworks de Steven Spielberg le dio la cantidad de 250.000$ por los derechos de la historia. De todas formas, en ningún momento de la película se le menciona.
Y hay una historia parecida en México. Allí, al poco de acabar el caso de Nasseri saltó a la prensa el caso de Hiroshi Nohara en el aeropuerto de México. Él estuvo viviendo en el mismo durante un total de 116 días. No hablaba español y parece ser que allí se sentía seguro (y quizás no quería volver a japón). Lo cierto es que no incumplía ninguna normativa internacional ya que no hay un límite de tiempo para estar en un aeropuerto. Llegó a hacerse famoso y los turistas se hacían fotos con él. Alguna tienda incluso hizo camisetas de él. Y todo terminó cuando vino un familiar y dijo:
– Hiroshi, déjate de tonterías y vente «pa» casa…
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