Leo en la revista mensual de la asociación de consumidores y usuarios española un estudio por el cual dos coches del mismo modelo, fabricados en el mismo lugar, obtienen resultados muy distintos en las pruebas de colisión frontal. El coche en cuestión es el Volkswagen Fox y para ahorrarse algo de dinero, algunos fabricantes no dudan en ahorrar costes en seguridad en aquellos países donde la vigilancia de las asociaciones de consumidores es menos fuerte.
En Brasil se fabrica este coche que obtiene una puntuación de 4 estrellas EuroNCAP, pero en el propio país productor se comercializa otro coche menos seguro, pero no menos barato. La versión Brasileña de este coche obtuvo una estrella y media y cito textualmente a la publicación: «Hacía mucho tiempo que en nuestros crash-test no habíamos visto un resultado tan negativo!»
Cuando la globalización crea diferencias hay que hablar de discriminación. Que casualidad que siempre salen ganado los más ricos.
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