
Estos días aparece en televisión continuas referencias al conflicto del taxi y las VTC que por cierto, significa vehículos de turismo con conductor. Cuando me pongo en el lugar de cada uno, intentando hacer ese ejercicio que todo el mundo debería realizar al sentarse a negociar algo, puedo llegar a entender en cierto modo las posturas. Eso sí, no entiendo de ninguna manera las medidas de presión que están planteando. Pero esto es otra historia que prefiero dejar en este momento.
Pero hecho el ejercicio por mi parte, creo que se ha de hacer el mismo ejercicio para intentar ponerse en el lugar del cliente. Porque señores, lo primero en cualquier negocio es intentar enfocarse a cliente, es decir en nosotros.
Creo que todo el mundo habla mucho pero por ejemplo, ¿cuántos de los taxistas han intentado utilizar Uber alguna vez? Al menos, para saber contra qué se enfrentan. Yo, en algún destino lo he utilizado intensivamente como por ejemplo Bruselas. Allí, nos movimos continuamente con Uber y por cierto, asumiendo que es una excepción, tuve un desagradable incidente con el único taxi que cogí.
Estandarización mundial
La principal ventaja de utilizar Uber por un viajero es que es el mismo método independientemente del lugar en el que te encuentres. Es decir, voy a moverme de igual forma en Barcelona (si no se van) que en Bombay. La gente que llega a Barcelona, no es que no quiera utilizar el taxi, sino que Uber ya forma parte de su modo de viajar. Y contra esto, no hay mucho que hacer. Cuando llegas a un destino es complicado saber cual es el teléfono en esa zona o la app que aplica. Me pasó el Praga. Un conductor me dejó plantado para ir al aeropuerto a las 7 de la mañana y no sabía a quién o cómo contactar con un taxi. Con Uber no existe ese problema.
Conocer que me va a costar con antelación
Por otra parte, si eres de aquí y podrías elegir una plataforma u otra hay algunas ventajas que obligan a ser adoptadas por los taxis.
Dicen que Tarragona es la más cara a nivel de taxi de España. Pues aquí estoy yo. Coger un taxi y no saber aunque sea de forma aproximada lo que me va a costar es un miedo a mirar el taxímetro durante el recorrido. Uber, en el proceso de reserva ya te da un precio según el tipo de servicio que quieres realizar. Para mí, esto es una tranquilidad infinita, sobre todo si estoy en un lugar que no conozco. Y no digamos otro país.
Sin problemas con la forma de pago
No es la primera vez que el taxista no admite pago con tarjeta. Es cierto que esto ya es casi una rareza aunque en otros países puedes encontrártelo. Con Uber simplemente te olvidas de este tema. La plataforma ya gestiona el pago al conductor y lo único que hablas con él es del tiempo que hace hoy y no de si tiene cambio de 50 euros.
Democratización
Uber es un sistema democrático. El viajero valora al taxista después de cada viaje y tiene una puntuación que es la media de las últimas 500 carreras que ha realizado. Esto hace que antes de subirte a un Uber puedas saber si el conductor es bueno o excelente. Yo hago uso de esa votación activamente y no solo voto cuando hay algo negativo sino que también valoro la cordialidad, puntualidad, etc..
Por otra parte, el taxista también puede valorar al viajero. Al estar en una única plataforma, los viajeros también tenemos nuestra puntuación. He dicho democrático? pues sí, en ambas partes siempre. Conductor y usuario.
Por cierto, ahora mismo tengo una puntuación de 4.38 sobre 5. Para viajar toda la familia, debe de ser buena puntuación 😉
Evidentemente, si el taxi me ofreciera algunas de las ventajas que concentra un servicio de Uber no tendría ningún problema en elegir el taxi como método habitual. Pero de momento, creo que han de invertir en reinventarse tecnológicamente y enfocarse, sobre todo, al cliente.
Totalmente de acuerdo con vosotros
Gracias Manuela por tu comentario.