Una familia austríaca tenía unos tubos y un terreno. De pequeño el siempre había querido tener un hotel. Un día vió la solución. Lo tenía todo en la ecuación: tubos + terreno = hotel. Esta ecuación que en otras circunstancias sería tubos + terreno = basura, en su caso le iba a cambiar la vida.
Lo primero, ubicar los tubos de una forma ordenada:
3) Le pones una cama y una mesita dentro (y una piedra en el lateral para que no salga rodando la habitación. Es importante este punto, ya que los primeros huéspedes salieron rodando y aún se les busca).
Y ya tienes listo tu hotel.
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Lo que hace la imaginacion y la falta de dinero. Pues han quedado chulos, eso si no se yo si me meteria en uno, son un pelin claustrofobicos, tienen el espacio justo. ¿Mira que si les da por rodar? Un saludo.
genial, este hotel, como arquitecto que soy los felicito, una solucion comoda y economica, en clima frio funciona bien en temporada de calor debe ser incomodo debe tener una buena ventilacion natural o artificial, desearia visitarlos algun dia.