Mi relación con los medios de comunicación ha sido modesta pero muy interesante. En todo este tiempo he podido flirtear con la prensa gracias al blog y es algo que, sinceramente, me gusta. De hecho, sigo después de unos años en Ondacero Tarragona hablando los jueves con Pablo Alcaraz en su programa La Ciutat.
De hecho, he aparecido en la Ser en prime time (no más de 20 segundos todo sea dicho), Radio Nacional, Ondacero y muchas más. También me han entrevistado en alguna televisión local así como medios escritos. A pesar de todo, entiendo que muchas de ellas fueron debidas a la burbuja de los blogs y es que hubo un tiempo que los blogueros eran como los «streamers» de ahora. Ahora son otros tiempos.
Por tanto, anécdotas con los medios de comunicación tengo algunas pero si he de elegir alguna me quedaría con una entrevista en concreto.
Creo recordar que era Radio Nacional de España y en teoría buscaban alguien viajero con un perfil, diría yo, algo aventurero. En cuanto a lo primero confirmo que puedo pasar por viajero, pero aventurero es otra cosa. Sobre todo en el sentido que la gente tiene de la aventura y que asocia a una mochila, cuatro duros en el bolsillo y el mundo a tus pies. Pues bien, yo no soy ese tipo de aventurero.
Supongo que el de producción de la emisora que busca la gente a entrevistar, ese día debían tener el cumpleaños de su hijo y no tenía mucho tiempo para documentar esa sección. En definitiva, decidió que el aventurero para su sección debía de ser yo.
Y claro, si no confirmas previamente con el entrevistado pueden pasar cosas en la entrevista. Si encima eliges a alguien como yo, que lo que piensa lo dice es imposible prever acontecimientos.
La entrevista comenzó bien. Me preguntaron si ahora estaba viajando -es que un viajero siempre está viajando. Les dije que no, que ahora estaba en mi trabajo. Ya que no estaba en el Tibet al menos intentaron confirmar que tenía previsto mi siguiente destino. Les confirmé que sí y respiraron aliviados al ver que cubría la cuota de viajero parcialmente. Ya sabéis, un viajero auténtico debe tener como mínimo un viaje planificado.
Pero había que pasar por mi parte aventurera. Aquí, la pregunta en concreto fue:
– ¿que es lo que nunca falta en tu mochila?
(asumiendo que los aventureros viajan con mochila y no con maletas)
En ese momento, tenía claro lo primero que me había venido en mente pero dudé un momento ya que dudaba que fuera procedente. Pero lo solté…
– Una plancha.
-….. (silencio)
-……(más silencio)
Dicen que los silencios en la radio son lo peor. Pues creo que fui la causa de uno de los mayores silencios de, como mínimo, ese mes en la emisora.
Cual boxeador después de recibir un golpe de esos que van al mentón y que te dejan aturdido, la entrevistadora balbuceó:
– Uy! Mira que hacendoso…
– Sí, es que me da mucha rabia que se arrugue la ropa -sentencié para acabar de hundir la sección.
A partir de ahí la entrevista duró unos segundos más pero se acabó rápidamente. Knock out.
Por mi parte, es que me resulta muy difícil diferenciar la parte viajera profesional de la personal y era cierto que en la profesional eso de intentar que no se arrugue el traje y las corbatas es algo que me preocupa y me cuesta. Y era cierto, y lo sigue siendo, que siempre que puedo llevo una pequeña plancha, cosa que siempre ha generado un debate con algunos de mis compañeros que se jactan de lo bien que hacen la maleta. Pero esto ya es otro tema…
Realmente, sin este contexto puedo entender que la chica se quedara a cuadros. A partir de ahí, supongo que el equipo de producción cada vez que ha de entrevistar a un viajero aventurero primero le pregunta (ahora sí) si come hormigas o bebe agua de los charcos en la selva para sobrevivir. Y si es posible te pide el certificado de vacunación para ver que efectivamente se has vacunado contra 25 variantes de la malaria para certificar que eres un aventurero. Y sobre todo, asegurarse que no hay planchas de por medio (o termomix, que pensándolo bien sería otra buena respuesta al tema)
Nota: no recuerdo si la pregunta era esa o con el extensión “a una isla desierta”. Si realmente hubiera sido esa la pregunta, tengo que ser muy burro para decir una plancha como dije. Quiero pensar que no dijeron lo de la isla… aunque ya es de burros contestar lo que contesté. Eso sí, sincero soy un rato largo.
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