Los monasterios siempre he comentado que es uno de los lugares en los que me gusta perder. Aunque ya no tengan su comentido original no cabe duda que siguen transmitiendo tranquilidad (al menos a mí). Por eso, para una persona que le gusta dibujar no hay mejor lugar que sentarse bajo uno de los arcos del claustro, sacar los lápices y dejar que pase el tiempo. Quizás por eso podríamos decir que soy un cazador de monasterios.
En este post os dibujaré el Monasterio de Piedra. Ya os presenté en su día el hotel que ocupa parte de las instalaciones y el parque Natural Pero quedaba por presentar la parte del monasterio que se visita y que permite sumergirnos en la vida cisterciense del siglo XII. Ante todo, lo que más que gustó es que, aunque siempre es útil hacer la visita guiada, se puede visitar a tu aire. Por tanto, pasear tranquilamente por el claustro es un lujo. Aunque mi primer objetivo era buscar un lugar donde poder dibujar. Recorrí el claustro…
Buscando un lugar para dibujar a través de la historia…
Hasta que por fin lo encontré. Era pronto en la tarde. El sol hacía impacto en los muros….
Así que saqué mis utensilios de dibujo y a comenzar a realizar el boceto.
Para que veáis que esto no se hace en un momento, al acabar la jornada la luz era mucho más tenue…
Al final el resultado ha sido este. No se si estoy más contento por el dibujo en sí o por haber disfrutado una tarde de la tranquilidad que te aporta un monasterio.
Aquí tenéis dos fragmentos del dibujo para que podáis observar mejor los detalles.
Ya que estamos, que tal si os enseño lo que tenía a pocos metros ese día? comencemos…
Interesante es la sala capitular de estilo gótico cisterciense con cuatro pilares centrales pintados con colores vegetales. La sala capitular es uno de los lugares más importantes en un monasterio Cisterciense, es la sala de reuniones. Se realizaba la confesión pública de las culpas. El monje que había cometido alguna falta debía colocarse en el centro de los cuatro pilares y confesar públicamente sus faltas. Eran los monjes más ancianos y el Abad los encargados de poner “el castigo” que este merecía, eran siempre “castigos morales” nunca “castigos físicos” (se le retiraba la palabra, se le recluía en una celda, se le apartaba de la oración y comida en común etc…) y además era obligación denunciar a aquéllos hermanos que no hubiesen dicho sus faltas en público. Creo que la tensión se debía sentir en el ambiente 😉
Otra parte importante del monasterio es la iglesia. En el monasterio cisterciense era habitual que la iglesia no estuviera abierta para el culto, sino reservada a los monjes, novicios, conversos y otros encargados de realizar tareas. La iglesia no tiene bóveda, esta se derrumbó al quedarse el Monasterio abandonado después de la desamortización.
Aún se puede acceder a la cripta.
Allí aún reposan los restos de 48 monjes…
De nuevo en el monasterio un detalle importante. Es el primer lugar de España y de Europa donde se cocinó el chocolate. Un monje Cisterciense Fray Jerónimo de Aguilar viajo a América con Hernán Cortes y en 1535 trajo unos sacos de cacao como regalo al Abad de este Monasterio, era un chocolate amargo no como el que nosotros tomamos hoy en día, dulce por el azúcar. No entiendo que no sea un lugar de peregrinaje 😉
Otros detalles que fotografié.
Y fijaos en el alabastro y concretamente la luz que filtra este mineral. Crea estancias con una luz cálida perfecta y que contribuyen a esa calma espiritual. Realmente fue una solución para que entrara el sol pero no hubiera contacto con el exterior. Sin embargo, me encanta la luz que proyecta.
Espero que os hagáis una idea de lo que podéis encontrar en la parte del monasterio de piedra que no es el hotel. Como he dicho, lo mejor, perderte en el claustro y dibujar (claro)
Tienes toda la información del monasterio en su web.
C.Vidal dice
Me encanta. Lo visité hace años y espero volver. Esta vez con el cuaderno de dibujo también.
Un saludo.
somosviajeros dice
si vas con cuaderno a ver si lo compartes. Por cierto, dibujas mucho mejor que yo 😉
C.Vidal dice
Gracias por responder 🙂 Mantenter un cuaderno es una costumbre que fui abandonando y que recuperé este verano (estrené cuadernos comprados hace dos años; vergüenza me da). Me he dado cuenta de que se pierde mucha «mano» en cuanto dejas de dibujar.
Saludos 🙂
Víctor del Pozo dice
Una preguntita… Realizas los bocetos y los terminas en casa o lo acabas allí mismo???
somos dice
hola Victor,
me gustaría acabar los bocetos en el lugar, pero es cierto que es complicado muchas veces. Por tanto, más de una vez lo comienzo en el lugar y hago una foto exactamente desde esa posición y lo acabo en casa. Aunque de todas formas, no lo ideal es acabarlo en el lugar.
saludos!