Ha pasado un año después de que publicará un manifiesto personal en el que aireaba mis intenciones blogueras para el 2013. Por aquel entonces, había llegado la hora de trazar una línea para determinar prioridades y tomar decisiones. Posiblemente, si no hubiera optado por la filosofía #slowblogging creo que la familia, el trabajo o el día a día hubieran acabado irremediablemente con el blog.
Pero estoy aquí, un año después, planteándome cual será el siguiente paso para que el blog siga sobreviviendo en mi vida. Y cuando hablo de sobrevivir, me refiero a que tenga suficientes alicientes. Tantos como para tener ganas de sacrificar parte de ese valioso tiempo que conforma mi timeline vital escribiendo en el mundo virtual.
Y creo que lo tengo claro. En el manifiesto #slow hablaba de tiempo de dedicación, el monstruo google y los número en general. Sin embargo, no mencionaba suficientemente lo más importante en una bitácora personal (me sigue gustando este nombre): el contenido.
No hace mucho, en mi post aniversario de los 8 años de blog recibí un comentario que si no hubiera sido porque es de un amigo, hubiera pensado que es un auténtico cabrón. @Quiquecardona escribía:
– «Aunque se trate de un blog de viajes, si te soy sincero, me gusta más leerte cuando no hablas de ellos»
Como os comentaba, al cabrón de @quiquecardona 😉 he de darle la razón en cierto modo. Evidentemente no comenzaré a hablar del apareamiento del ornitorrinco y dejaré los viajes pero se nota cuando a uno le motiva un tema. Y esa motivación se filtra en las letras que escribe.
Soy pésimo como guía de viajes. Listar datos como horarios de museos y precios de autobús no es lo mío y dejan tan poco margen para la creatividad… En los blogtrips conozco blogueros que consiguen recordar cada minuto del día y plasmarlo minuciosamente en su blog. Por mi parte, creo que tengo algún parecido con el fantasioso Walter Mittty. Mientras ellos toman esas notas y fotos religiosamente, posiblemente esté imaginando alguna historia o pensando otro nombre para aquella playa. Y es que a algunas preciosidades hay que darles el nombre que se merecen.
Evidentemente, ser tan despistado y vivir en un mundo paralelo descarta cualquier intento de ser una referencia de consulta para obtener datos de un lugar. Adiós a la guía detallada de viajes.
Si a eso le añadimos que la formación en historia de un ingeniero no es todo lo buena que desearía, posiblemente no podré escribir sobre el rey fulanito que le gustaba cazar avestruces en el jardín de aquel castillo y por tanto, acompañar el post con un alarde de detalles o referencias históricas.
En este punto es dónde cualquier intento de ser algo de lo que soy consciente que cojeo o no me motiva se hace patente para el lector.
La pregunta final es obvia, ¿cómo he de enfocar el blog?
Sencillamente escribiendo de lo que pasa por mi cabeza. De historias viajeras. De momentos…
Hablar de un acogedor café cerca de Trafalgar Square o quizás, también hablar de aquella chica del abrigo rojo situada tres mesas a mi izquierda. Tintineaba la cucharilla sobre la taza de chocolate mientras con la otra mano escribía una carta. El ritmo de los golpes marcaba el compás de las palabras que escupían su bolígrafo. La sinfonía chocolatera paró cuando una pareja entró por la puerta. Mis opciones sobre cómo acabaría la historia se multiplicaban…
No puedo obviar escribir algunas escenas porqué simplemente no sean un dato útil para el lector. Merecen también ser protagonistas en el blog. Al fin y al cabo, viajar es ser partícipe o testigo de momentos. Ahora más que nunca, me motiva escribir sobre vivencias y no describir paisajes de una forma plana y neutra. Quiero ver abrigos rojos desfilar por aquí.
Que conste que no critico otros blogs que cumplen con creces mis carencias. Simplemente, confieso en voz alta dónde creo que estoy. Por suerte, el mar de la blogosfera tiene tantas islas y archipiélagos que todos podemos encontrar una playa con nuestra palmera. Pero, aunque también hay piratas en este amplio mar, no me preocupa. Sé que no buscan abrigos rojos.
Por tanto, 2014 ha de ser el año del contenido en somosviajeros.com. El año de las historias o del #storytelling. El año del #feelblogging a la sombra de mi palmera en la playa, en la isla, en el archipiélago de la blogosfera.
PD: Se sentaron en su mesa. Retrasé el pago de mi café para poder presenciar el desenlace. La comenzó a leer cuando…
Isaac (chavetas.es) dice
Y yo aplaudo un reflexión tan cabal en una blogosfera con islas tan superpobladas 😉
somos dice
Gracias Isaac. Seré egoista y disfrutaré escribiendo los contenidos que me apetezcan. No deberían de importar las consecuencias.
moonflower (Carol) dice
¡Bravo!
Los abrigos rojos y los sentimientos vividos bajo la sombra de la palmera, son lo que siempre perdurarán en un viaje, como experiencia vital, más allá de datos prácticos o históricos. Son lo que nos transportan a los lectores (o al menos a mi como lectora) a cientos de historias viajeras y a momentos que anhelar o simplemente a disfrutar imaginándolos. Y obviamente a que tú disfrutes recordándolos y transmitiéndolos.
Yo reconozco que también disfruto mucho más evocando momentos, vivencias, historietas…. que escribiendo datos prácticos en el blog.
Un abrazo
somos dice
Gracias Carol. Supongo que todos en el fondo preferimos escribir vivencias que un aburrido horario. Y siempre será más auténtico. Saludos!
ahoratocaviajar dice
Gracias por recordarnos eso de la necesidad de reflexionar… Llevo un tiempo haciéndome la misma pregunta ¿Cómo he de enforcar el blog? Tu post servirá para abrirnos caminos entre las historias ¡Saludos!
somos dice
@ahoratocaviajar, considera este camino. El que te lleva a las historias. No se si te aportará más audiencia, pero te hará diferente del resto. Tus vivencia son solo tuyas. El horario de autobuses es de todos…
Saludos y un placer verte por aquí!
Quique dice
jajaja! Gracias por ese «cariñoso» cabrón! No recordaba ese comentario pero veo que llevaba razón! Sin duda tus crónicas de TBM son memorables y ya tengo ganas de que llegue el verano para leer una nueva entrega de la ingeniería playera. A darle al #storytelling, la mejor fórmula para inspirar el próximo viaje!
somos dice
Gracias Quique. Gracias por participar de una forma ta cabrona en mi post. Eres uno de los primeros blogueros que conocí, hace ya tiempo. Espero seguir aprendiendo de ti. Por cierto, eres un cabrón 😉
Lonifasiko dice
Juan Antonio, está claro que no eres un blogger de viajes al uso, pero eso es lo verdaderamente interesante, que ves, piensas y cuentas las cosas que te apetecen de forma diferente, personal…, y eso es lo que te diferencia del resto, hayq ue sacar partido a esa diferenciación. Los viajes están llenos de momentos y de historias, incluso un simple menú especial de fin de semana en una tasca de Asturias, puede tener detrás su historia, ya sea el plato, el camarero, la cocinera, el edificio del restaurante…y si te apetece contar lo que has vivido se ha pasado por tu cabeza allí, en ese momento, ¿por qué no vas a contar la historia aunque no des datos sobre el precio del menú o la forma de llegar allí en autobús? Encantado de que sigas siendo diferente: Be different my friend, and continue telling us such good stories :). SaludoX!
somos dice
@lonifasiko hay que disfrutar con lo que se hace. Si de pase se es «different» mucho mejor. Reconozco que me gusta salirme de los patrones y estándares
Saludos a tu #palmatrip 😉
Arol dice
Un aplauso porque has escrito casi lo mismo que he pensado yo para este año. No dejaré de lado los datos prácticos, no pasaré por alto la utilidad que puede ser el blog para otras personas que buscan info, pero también me daré el gusto inmenso de ser más creativo y de hacer eso que me gusta y escribir lo que tenga ganas.
Un gran abrazo
somos dice
@Arol espero que sea un gran año para ambos en el universo de la creatividad y la imaginación…
María Grau dice
Es mejor recordar lo que significó mas en tu viaje que perderte en detalles técnicos para otras personas.
Las sensaciones únicas que has vivido y lo que ven tus ojos, disfruta tu paladar y sientes, eso a veces se expresa de otra manera. Tomate la vida very slow y … seguro que verás muchas cosas
Un saludo
somos dice
@maria, sinceramente, me gusta explicar la experiencia ya que quiero acordarme de esa forma de los lugares. Quizás el blog también es ese diario viajero que nos permite recordar experiencias. Enfocado de esa forma, escribo lo que me gustaría recordar del viaje.
Itziar dice
Aplaudo tu reflexión y tu valentía de hacer lo que te parece con tu blog, Un abrazo.
somos dice
@Itziar gracias por tu comentario sin boli rojo… Ya nos entendemos 😉
Víctor del Pozo dice
Para ser una bitácora personal, es lo mejor. Al fin y al cabo lo que queremos oir/leer son historias, y no me refiero a las del rey fulanito, sino personales de quien leemos. Yo me mantengo en un equilibrio un tanto raro. Me gusta ambientar históricamente los lugares que visito… pero no valgo como guía.
Lo dicho… Me pasaré más a menudo por aquí.
Un abrazo!
somos dice
@victor la recreación histórica es algo que si tuviera más tiempo me gustaría profundizar y sin duda, sería un recurso que utilizaría. Te envidio si puedes utilizarlo. Saludos compañero!
Paula dice
Precisamente por eso,soy fan de tu blog! Cada uno tiene que escribir en la «parcela»donde se sienta cómodo y le salga de dentro,no?Y por eso precisamente nos llega y nos gusta leerte.
Feliz 2014!
somos dice
Gracia @Paula, me alaga tu comentario. Espero seguir contando experiencias que sean cercanas y te transporten a lugares lejanos llenos de abrigos rojos.
Luis López de Guideo App dice
Hola Juan Antonio,
Tu planteamiento me parece magnífico, para ser un bloguero de viajes no es necesario tener ni una formación ni unos conocimientos específicos, como bien indicas existen muchos tipos y características de blogs de viajes, pero lo importante es que vivas experiencias en tus viajes y que las transmitas de una u otra forma en tu blog, y tus post evidentemente transmiten esas viviencias, porque la cultura, las ciudades, los lugares, para poder contarlos hay que vivirlos.
Enhorabuena por tu planteamiento para el 2014.
Un saludo. Luis.
somos dice
Gracias Luis, me congratula que tanta gente esté de acuerdo con el planteamiento. Eso significa que no voy mal encaminado.