Cuando estudiaba COU (eso que se hacía justo antes de ir a la universidad) recuerdo que un día tuve una conversación con un compañero que se sentaba en la mesa de detrás. Me comentaba en un tono muy serio:
– Pues yo he de acabar ganando xxx al mes y dirigiendo una empresa.
Creo que fue la primera vez que pensé que alguien sería infeliz en la vida.
El ejemplo me sirve para hablar de los blogs y los dudosos motivos por los que algunos (me contengo y no digo muchos) comienzan la aventura bloguera.
Empecé el blog sin esperar absolutamente nada del mismo. Es más, en el 2005 nació Facebook y pensar que alguien podría obtener algún tipo de retorno de la inversión en horas que hacía en el blog era impensable. Escribía porqué me gustaba compartir con gente mis dibujos y mis experiencias en somosviajeros.com. Creo que efectivamente ese ha sido el factor principal por el que 11 años después y tras más de mil y pico post escritos sigo escribiendo en el blog independientemente del retorno material que genere.
Indudablemente, cualquier reconocimiento a ese nivel es bienvenido y ejerce automáticamente de motivación adicional pero también soy consciente que si no lo recibiera seguiría escribiendo en el blog porque simplemente forma parte de mi vida.
Por tanto, tengo mis dudas sobre un blog que comience pensando de entrada en obtener un beneficio como única motivación. Es necesario que haya amor por el blog ya que se filtrará a través de las palabras o las fotografías a los lectores, y de esta forma, será la única manera de crecer.
Hacer muchos churro-posts (ya he pasado por esa fase) simplemente porque hay algún gurú que dijo que se debían publicar un mínimo de dos o tres a la semana para que el dios google nos considere es una tontería o es engañarse a uno mismo. Entramos en el eterno debate si el fin justifica los medios y en este terreno lo tengo claro. No justifica.
Con el tiempo he aprendido a escucharme a mí mismo en este sentido y si un día no hay tiempo o ganas simplemente no escribo. Habrá quien considere esto como un planteamiento algo soñador sobre la filosofía bloguera pero he de recordar que un blog es una bitácora personal, y como personas que somos, se ha de adaptar a nuestra vida y no nosotros a él.
Enfocado de esta forma posiblemente tengas más éxito que forzando la máquina y el cerebro para que genere post geniales cada día a las siete de la tarde. El cerebro no responde a un ritmo horario y si fuerzas ese ritmo, posiblemente acabará cansándote a ti mismo.
Por todo ello escribí el manifiesto de slowblogging y cada día estoy más seguro de que seguiré con el blog muchos años más. Y para el que comience como bloguero, simplemente le quiero animar a que entre en el fascinante mundo de los blogs pero eso sí, hacedlo desde el amor a las palabras y fotografías y no por las expectativas que tengáis de retorno. Todo llegará por sí solo.
Alba y Javi dice
Estamos 100% de acuerdo con lo que acabas de escribir. No es un blog de viajes una manera alternativa de ayudar al viajero? No hay que escribir por posicionamiento o visitas o dinero (en nuestra opinión) hay que escribir con 2 motivaciones:
1) te gusta escribir
2) ojalá puedas ayudar a algún viajero
Un fuerte abrazo, seguimos tus consejos!
Alba y Javi
http://www.darlavueltaalmundo.com
somos dice
Cierto. Ayudar al viajero es importante aunque mi enfoque es algo más egoísta y en primer lugar está en divertirme con ello.
Mercè dice
Juan Antonio, no puedo estar más de acuerdo contigo! Y si recuerdas, subscribí y compartí tu manifiesto de slowblogging desde el primer minuto.
Un abrazo!
somos dice
Lo sé Mercè. Desde el minuto uno estabas en el manifiesto. Gracias por ello…
Cristina E. Lozano dice
Casi al cin por cien ??????
somos dice
Lo veo obvio el post pero a veces creo que hay que recordar algunas cosas. Gracias…
Agurne dice
Totalmente de acuerdo. Felicidades por el blog, lo he descuerto hace poco pero ya lo consideramos como semi-guia de viaje. Acabamos de aterrizar de nuestras vacaciones en Amsterdam y nos ha sido muy util cada post vuestro. Gracias por ello.
Te lo agradecemos una familia amante del slowblog, slowlife.
somos dice
Slowgracias @Agurne 😉