Recientemente he cumplido 50 años que son unos cuantos ya. Y de estos cincuenta, he pasado diecisiete manteniendo este blog, concretamente desde el año 2005.
Recuerdo exactamente el día que decidí comenzar el blog. Era el año 2005 y en aquella época era algo casi exótico tener un blog por la poca cantidad de blogueros que había. Surgió como respuesta a una necesidad de comunicarme con alguien más allá de mi entorno para hablar de cosas diferentes. No hablaría ni de ingeniería, ni de películas, ni de familia, ni de… Hablaríamos de viajes a través de los dibujos.
Y así comenzó un viaje que me ha llevado a conocer mucha gente. Eso sí, mucha más al comienzo de la aventura que era más joven y con más tiempo para ir a blogtrips, reuniones, etc.. Ahora, recuerdo con cariño aquella época pero obviamente la situación a cambiado. En realidad, la blogosfera ha cambiado. He pasado de ser el novato que ha comenzado un blog a un tiranosaurio que lleva 17 años escribiendo y al que observan como sujeto extraño y analizado por su longevidad. Y es que 17 años en la edad de los blogueros es el equivalente a un blog de avanzada edad. Mi contacto con la blogosfera ha quedado relegado a ver qué es de la vida de antiguos amigos y de comprobar asombrado que en el censo de blogs de viajes hemos pasado de conocernos todos los blogueros viajeros a que haya más nombres de blogs que personas. Creo que debe haber más de uno con 5 blogs como única explicación a que haya tantos y tantos blogs. Pero esto es bueno. El camino que se inicio hace muchos años continua y con fuerza.
En este tiempo ha habido muchas alegrías que me han dado mucho más de lo que hubiera esperado nunca. Pero también alguna que otra decepción. Porque en la blogosfera también hay un pequeño lado oscuro. De todas formas, quiero pensar que queda adscrito a un rincón muy pequeño. Eso sí, es pequeño pero los que lo habitan tienen bastante mala fe y siempre tienen preparada alguna que otra fechoría. Y alguna vez me tocó recibir a mí.
Han sido 6205 días de tener un primo lejano llamado WordPress que de vez en cuando te daba algún susto pero, por suerte, ahora se cuida bastante y ya no es lo de antes. Y no hablemos del primo rebelde Google que tan pronto te adora y luego se pasa 3 años sin acordarte de ti. He aprendido a no cogerle cariño porque sé que se volverá a ir sin despedirse.
A estas alturas tengo claro que no acabaré como bloguero de éxito. También tengo claro que no acabaré viajando por el mundo y viviendo del blog. Pero os confieso que no lo pretendo. Solo quiero seguir controlando al blog y que el blog no me controle a mí, como suele pasar a muchos novatos en las redes sociales. Al final es como llegar a ser Jedi y poder controlar tu lado oscuro. Si lo consigues, puedes acabar viviendo de esto. Eso sí, asegúrate que realmente es lo que querías. En mi caso, mi lugar no está viajando constantemente o escribiendo a todas horas. Ya pasé por esas fases y ahora se trata de, con el poder Jedi, decidir sobre cuándo y como vuelves al blog independientemente del tiempo que haya pasado del último artículo. Porque eso sí, como los buenos amigos, el blog siempre te acoge de nuevo. Esa ha sido mi opción. Ni mejor ni peor que otras. Supongo que ya apuntaba maneras cuando hace años inicié con el slowblogging al que tantos se unieron.
Mi blog comenzó siendo un blog de dibujo y viajes a Japón. Luego un blog de viajes genérico. Un día, de repente, pasó a ser un blog de viajes en familia. Y ya somos un blog de viajes con adolescentes… Como veis el blog es un reflejo de mi recorrido vital.
No sé cuantos días me quedan en el blog, pero lo escrito escrito está. Y dice la leyenda que uno es Jedi para siempre.
unjubilado dice
Coincido contigo en los 17 años, por cierto publicando casi todos los días, el copia y pega con pequeños toques de socarronería suele funcionar, pero me hubiera gustado mucho más coincidir en los 50, sin embargo, aunque fui a la policía a convencerles de que nadie se enteraría si la cantidad de años descendía drásticamente, vaya como el poder adquisitivo de los jubilados, no quisieron darme ese gustazo.
Un saludo de una persona que no cumplirá los tres cuartos de siglo.
somos dice
gracias por tu comentario. hace tiempo que nos oímos por internet. Mucha suerte!